El chico de mis sueños

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Era imposible, sin embargo allí estaba; de pie, impaciente frente a la torre cuyo reloj no tardaría en indicar el cambio de hora.

¿Que hacía aquí si se supone debía estar atendiendo el turno vespertino en su trabajo? Ni siquiera él lo sabe, pero ahí lo tienen, esperando.

Llegó 10 minutos antes de lo acordado, qué bueno que él había decidido llegar 25 antes, lo malo es que comenzaban a dolerle los pies, puede ser por estar esperando en la misma incómoda posición, o por el hecho de que sus zapatos son talla y media más pequeña. No pueden culparlo, en cuanto los vió en el aparador supo que debía comprarlos, además de que sería mejor "invertir" su paga en él mismo antes de que sus hermanos notaran su pequeña fortuna y decidieran ir a "invertirla" en el pachinko.

Odiaba eso.

Realmente detestaba tener que asumir los caprichos de sus hermanos, aunque había días con excepciones; como la vez que Choromatsu lo invitó al cine cuando se estrenó la película de su shoujo favorito (sí, aunque no lo crean, él veía ese género), cuando acompañó a Jyushi a un partido de béisbol (que por cierto, su equipo perdió) o cuando tuvo que realizar la hazaña de perseguir y bañar a los gatos que cuidaba Ichimatsu. Sería mejor que ahuyentara a su familia de su mente si quería causar una buena impresión al chico que se aproximaba con paso apresurado a su encuentro.

Todomatsu era un lío.
Su cabeza era un lío.
¿Y quién era responsable de esto? Fácil de deducir, el chico que tenía frente a sus ojos.

Atsushi no era muy guapo, sin embargo le parecía atractivo. Esperen, ¿lo encontraba atractivo? Él, ¿a un hombre?

¿¡Qué demonios pasaba por su mente!?
Él no era así, como dirían las demás personas, pero realmente nunca se detuvo a meditarlo.

Siempre imaginó su primer cita, oficial, con una linda chica y lo más tierna posible; no con un chico mayor que él, y que además, lo hubiera escogido de entre tanta gente que seguro conocía o conocería en su vida.
¿Eso lo hacía más lindo que una chica? ¿O lo volvía una? Cualquiera de ambas opciones sólo aumentaba su vanidad... Aunque en realidad eso tenía sentido justo en este momento.

Al extender los brazos, se detuvo frente a él.

—Pensé que sería extraño entregártelo— dijo a la vez que extendía el ramo de rosas que cargaba— Pero creo que eso ahora no es lo importante—suspiró soltando un ligero bufido acompañado de una sonrisa incrédula—¿Que rayos pasó contigo?

Todomatsu tardó unos segundos en reaccionar, cierto, estaba vestido de una manera un tanto peculiar.

—Ah, bueno, yo...—debía inventar algo, y rápido—La verdad, es que esta es mi primer cita (formal) y no sabía que vestir...— y no mintió del todo.

—Oh, ya veo...—lo contempló una vez más con su típico semblante serio—Entiendo que el hecho de que ambos seamos hombres teniendo una cita en público te incomode, pero, ¿realmente era necesario llegar a esto?

Esta bien, tal vez sí había exagerado.

—Todomatsu, si...

—¡Todoko!—se apresuró a interrumpirle.

—¿Disculpa?

—Mi nombre es Todoko—soltó con una voz baja, casi confundible con un susurro.

Todomatsu debía querer pasar inadvertido, y quizá por ello es que había decidido aparecer en su cita luciendo como una chica: una larga peluca castaña peinada en dos trenzas, un tierno vestido rosado combinado con un suéter ligero y a su vez coordinado con unas botas cafés; además de un bolso no tan grande y una linda boina en remplazo de su sombrero.

El Chico De Mis Sueños [AtsuTodo OS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora