capitulo 1

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Era navidad, tenia 9 años mientras estaba sentada perfectamente en la silla, de forma recta sin tener ni siquiera una postura que cualquiera niña de mi edad debe tener.

mis pies no alcanzaban el piso, por lo cual los movía al compás de la banda sinfónica que había detrás de nosotros. La mesa era muy larga, había muchísima gente, pero nadie me prestaba atención, decían que yo solo era una niña. Estaba jugando con la comida cuando sentí que alguien me tocó el hombro, me di vuelta y en ese momento me sonroje.

Un hermoso niño de mi edad estaba ami lado, me perdí en sus ojos color miel, su hermoso cabello alborotado de un color café neutro, sus facciones y sobre todo su hermosa sonrisa.

¿si?- pregunte

ven- me dijo el niño tomándome de la mano y llevándome hacia algún lugar -cierra los ojos- me pidió.

Hice lo que me pidió y los cerré, luego me hizo parar de golpe y me susurro en mi oído.

-puedes abrirlos- dijo-

los abrí y quede emocionada al ver una hermosa fuente de agua de muchos colores, se parecía a la que habíamos visto con mis padres en las vegas, sonreí recordando ese momento y prestando atención a los hermosos colores de la fuente.

los abrí y quede emocionada al ver una hermosa fuente de agua de muchos colores, se parecía a la que habíamos visto con mis padres en las vegas, sonreí recordando ese momento y prestando atención a los hermosos colores de la fuente

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-me gusta tu sonrisa- dijo el chico-

-mi madre no me deja comer dulces por eso- dije apenada-

-pues tu madre es una genio, por que tu sonrisa es perfecta, pero espera creo que tengo algo para ti-dijo el pequeño buscando en sus bolsillos, cuando sonrió extrajo de ellos una tableta pequeña de el único chocolate que me dejaban probar una vez al mes, delicioso, me lo extendió

-muchas gracias- dije tomándolo-

-tienes una sonrisa perfecta, y no es por los dulces, es por lo que transmites-dijo el chico-

sonrojada y nerviosa, me aleje de el corriendo.

-¡Espera!, ¿Como te llamas?-grito-

Le iba a responder cuando vi a mi madre acercarse a mi.

-¿Que tienes escondido detrás pequeña?-preguntó-

Era mi chocolate.

-Nada mami, tengo sueño, ¿me cantas?

Mi madre me levanto y me envolví en sus brazos, luego me llevo al auto y con su perfecta canción conseguí dormir abrazada de ella recordando a mi chico.

-8 AÑOS DESPUÉS-

-¡KAROL!- grito mi madre desde abajo-

-¿Que quieres?-grite removiendo me en la cama-

-Necesito que vengas abajo, vístete bien-gritó mi madre desde abajo-

me levante con sueño y me mire en el espejo.

PROPIEDAD PASQUARELLI  (RUGGAROL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora