Lo que pensaba... Capítulo 2.

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12:00
02/01/2013
(Tánger, Marruecos)

Khadijah al entrar en la biblioteca, le llamó la secretaria inmediatamente, y le invitó a sentarse, pero no para tomar un café, sino para darle la bienvenida a lo que le esperaba.
Llevaba allí esperando un buen rato, después de una hora y media, llegó un hombre gordito, calvo, de unos 50 o 55 años, tenía una gran barriga y andaba con cuidado.

La recibió en su despacho, y le pidió su curriculum.

-Aquí lo tienes, señor. Hablo 7 lenguas, fui una buena estudiante, soy responsable, activa y muy seria a la hora de trabajar.

-Anda... Qué bien. ¿Sabes lo que vas a hacer? Traéme un vaso de café.

-¿Cómo? (Khadijah no comprendió nada y se levantó a buscar la secretaria)

La secretaria estaba ocupada arreglandose las uñas, y cantando en voz baja, algunos susurraban en la sala, otros estudiaban, otros miraban el móvil o comían pipa. Otros estaban escondidos al fondo con su pareja haciendo lo suyo, otros estaban dormidos por el estrés. Cada uno a lo suyo.

-¿Esto es una biblioteca o una cafetería? (Se preguntaba Khadijah).
No se cómo voy a soportar todo esto. Pero necesito este trabajo, porque no creo que haya otro mejor en este país de las maravillas.

-Eyyy... ¿Tú qué haces allí hablando sola? (Preguntó la secretaria).

-No, nada. Solo te estaba buscando. El jefe me mando traerle un vaso de café, pero no sé dónde teneis la cafetera y todo eso.

-Detrás tuya hay todo. Y, por favor, ve con cuidado.

Al darse la vuelta Khadijah, encontró un desastre, todo estaba sucio, y no había por dónde pasar. Tuvo que saltar, ir despacio y con cuidado como si andase sobre huevos... Preparó el café y se fue rápidamente a darselo a su jefe.

-Hmmm... que buen sabor tiene. Muchísimas gracias, que Dios bendiga sus manos.

-¡No hay de qué!

-Ahora puede irse a su casa. Mañana empiezas a las 8:30, te daré las instrucciones y comenzaras a trabajar.

-Muchas gracias. Hasta mañana.

Fue el único momento en el que se olvidó del fuego activo que estaba dentro suya, ese dolor y esa tristeza que llevaba por dentro durante un buen tiempo.
Khadijah pensaba que no era tan fuerte, pensaba que no podía hacerle frente a su tristeza, pero gracias al poder de Allah, ella misma sin darse cuenta se mostró su fuerza y su voluntad de seguir adelante a pesar de esa gran caída que le dio la vida.

(He dejado de continuar con esta historia debido a mi inseguridad, porque pensaba que escribir no era lo mío, pero sinceramente es mi sueño, por lo que después de dos años, hoy he decidido volver a escribir y luchar por mi sueño, aunque se me de bien o mal, estoy aquí para satisfacerme y no para perder mi tiempo en críticas de la gente, porque la verdad es que la gente te criticará por todo. Así... ¿por qué no atreverse?)

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⏰ Última actualización: Aug 04, 2018 ⏰

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