Benkyou

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Mi segunda peor decisión fue mi elección universitaria. Mi pasión siempre han sido las matemáticas, y esto es debido a que fueron quienes me tendieron la mano en mi peor momento de mi historia: cuando era un niño rebelde e ignorante, ellas se adentraron en mi mente y lentamente me cambiaron, me hicieron más 'racional' (una de mis palabras favoritas).
Por lo tanto estaba más que claro que mi decisión sería estudiar para ser profesor de matemática, o así iba a ser si no fuera porque mis padres, en su retórica materialista (de la cual no los culpo) , me persuadieron indiscretamente en que estudiar. Porque claro, qué pensarías si te dijeran que puedes estudiar lo que se te de la gana, pero con el agregado de que debes ganar harto dinero. ¿Qué pensarías?
Al final opte por estudiar una carrera de 'ingeniería de la construcción'. Ciertamente los primeros semestres fueron entretenidos, y como no si el 80% era matemática con un nivel de exigencia que dejaba que desear, pero eran matemáticas. Mas luego empezó la tortura mental. Al día de hoy sufro mentalmente todos los días. Debo memorizar mucha información que no me interesa y los bloqueos mentales ya son algo cotidiano.

No hay día en que no me diga a mi mismo: estás perdiendo el tiempo. Aunque mi yo economista me diga que el tiempo perdido es un costo hundido: algo irrecuperable y por el cual no vale la pena sufrir.

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