Capítulo II

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Omnisciente

- Eso es malísimo, ¿Neta le dijeron todas esas cosas? - Preguntó Simón mirando mal a sus amigos

Estaban los ocho juntos sentados en el escenario, Luna le había contado todo lo que ellos le habían dicho a ella varios minutos antes.

- Neta no lo puedo creer... - Comenzó a decir con tristeza - A ustedes no les gustaría que alguien les venga y les digan todo lo que hicieron mal - Los regaña - ¿O quieren que les haga recordar todo el daño que hicieron ustedes?

Los empezó a señalar uno por uno, ya que ninguno era un santo. Se puso de brazos cruzados esperando la respuesta de alguno de sus amigos.

- Nosotros no somos como Ámbar - Se excusó la pelirroja

- Eso lo sabemos Jazmín, pero no es bueno tratar a alguien de esa manera! - Grita no tan alto la mexicana

- Yo no les voy a decir nada, pero quiero que cuando vuelvan a ver a Ámbar, le pidan perdón - Les dice Simón con un tono autoritario

- ¿Perdón?, ¿Qué le pidamos perdón? - Ríe Ramiro divertido

- Si Ramiro, no se de donde le sacan lo chistoso a esto! - Lo regaña Luna - No es lindo tratar así a una persona, no importa de quien se trate! Ámbar estaba llorando. ¿Desde cuando son así todos ustedes? - Pregunta cruzado los brazos.

Todos se quedaron en silencio, ninguno quería que Luna y Simón les hagan recordar su pasado. Porque si, todos ellos hicieron algo malo y a cada uno los perdonaron.

***

La rubia estaba recostada en su cama con su celular en la mano, estaba mirando mensajes del año pasado. Todos querían ser como ella, ella era la reina de la pista, la mejor del Black, ella era la mejor de todos y la mejor en todo.

En la galería tenía una imagen de su mamá, de su madre adoptiva, de su madrina, o lo que sea que Sharon era de Ámbar. Era una foto que se habían tomado cuando Sharon le había mentido. Duró muy poco su felicidad, ella era Sol Benson, Alfredo le prestaba atención y queria recuperar el tiempo perdido con Sol, no con Ámbar, si no con Sol. Sólo le importaba Sol. Luna era Sol, Ámbar no y como era de esperarse él la dejó de lado para recuperar el tiempo con Luna, su verdadera nieta

Se levantó de la cama y comenzó a caminar hasta sentarse en él banquillo que tenía en frente de su espejo que estaba pintada con una enorme equis de color negro, últimamente todo estaba negro en la vida de Ámbar.

- ¿Cómo me ves?, soy tu reflejo - Comenzó a cantar - Siempre estará en mi tú amor... Quiero decirte. - se vio al espejo, le prestaba atención a la lágrima que caía por su mejilla - Como me vez yo soy.

Tomo mucho aire y lo soltó rápidamente al escuchar golpes en su puerta. Ya era de noche, ya iban a cenar, pero Ámbar le había dicho a Mónica que no bajaría, normalmente Mónica no insiste. Camino hasta la puerta secándose las lágrimas, para que no la vea así.

- ¡Ámbar! - Gritó Luna entrando en ma habitación y dándole un abrazo a la rubia que obviamente esta no se lo aceptó.

Ámbar la empujó fuera de su habitación y se quedaron mirando la una a la otra. Luna iba a decirle algo ya que abrió la boca

- ¡Ay, no! - Le gana la rubia y le cierra la puerta en la cara

Luna está vez entró sin tocar

- ¿Perdón?, ¿Qué haces acá, que queres? - Le pregunto la rubia de brazos cruzados

- ¿Me vas a dejar hablar? - Preguntó de brazos cruzados.

- Hace lo que quieras! - Dijo sentándose en su cama tomando su celular en sus manos restandole importancia a la presencia de la mexica

- Bien, primero que nada... - Dice caminado hasta su lado agachado en el suelo - ¿Estas bien?

Esa pregunta hizo que el celular se le callera al suelo, rápidamente lo levantó y comenzó a dar vueltas por su habitación

- ¿Estas bien? - Volvió a preguntar

- ¿Eso que te importa? - Respondió seriamente - Digo, ¿Desde cuándo? - Se corrigió a sí misma

- Pues, Ámbar tú me caes bien y quiero que estés bien. - Respondió regalandole una sonrisa

- ¿Te caigo bien?, ¿Queres que este bien? - Preguntó con una mueca de disgustó

- Si, ¿Qué podría hacer para que estes bien? - Preguntó poniéndose de pie y dando un paso hasta la rubia tomando sus manos

Luna intentaba hacer sentir bien a Ámbar, pero ella no se daba cuenta de eso, sólo creía que la mexica se traía algo en manos

- ¿Podes irte? - Preguntó soltando las manos de la ojiverde bruscamente

- Esta bien, pero si quieres hablar.. Sabes donde est..

- No que te vallas de mi cuarto... - La interrumpió mirándola a los ojos - Que te vallas de la mansión, que te vuelvas a tu querido México, que te vallas de mi vida. ¡Eso es lo que quiero! - Gritó a la defensiva

Luna se quedó perpleja, la rubia volvió a empujar a esta fuera de su habitación y cerrando la puerta con furia. Esta se quedó mirando a su puerta por un par de segundos, cuando escucho pasos alejándose dio un fuerte golpe a la puerta. Parpadeo repetidas veces y bufo para luego tirarse en su cama. "¿Luna en realidad se había preocupado por mi?" repitió una y otra vez en su cabeza hasta quedarse dormida con lagrimas en los ojos. Ámbar no se da cuenta de cuando alguien se preocupa por ella o sólo le tiene lástima, ya que nunca nadie se había preocupado por ella. Nunca nadie le había preguntado "¿Estas bien?" con sinceridad.

Bueno, en realidad se lo habían preguntado tres o cuatro veces, pero eran sólo por compromiso, no les importaba realmente lo que a ella le estuviera pasando. El único sincero "¿Estas bien?" que Ámbar había escuchado, era el que le había dado Simón en la mañana, ella estaba segura de eso.

-

[Perdón por las faltas de ortografía]

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⏰ Última actualización: Aug 18, 2018 ⏰

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BAD REPUTATION [Ámbar Smith]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora