El Mafioso Kim Namjoon [Namjin]

3

Capítulo editado 

20/04/2021

Dedicado a PaolaUlloa3 Sofi___M13 DarkSky_RM

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Cuando uno es pequeño, no sabe diferenciar lo que está "bien" o "mal" para la sociedad. SeokJin no lo sabía. No sabía que mirar a los hombres en televisión y enamorarse de ellos estaba mal. Nunca espero recibir un golpe de su padre, cuando le conto con emoción su más grande secreto, creyó que su padre lo entendería, pero estaba equivocado.

A los diez años, sus padres organizaron una reunión familiar – lo cual era poco común en ellos – Aun así, Seokjin estaba emocionado por tener a su primo Minhoo con él – aunque sus edades no coincidían, ambos primos solían estar siempre juntos, pero todo cambio. Aún recuerda cuando se dirigió al baño de su habitación y encontró a su primo, SeokJin en ese entonces era muy pequeño para entender lo que su primo se hacía con su mano en un lugar como ese. Pidiendo disculpas comenzó a retroceder, pero su primo lo retuvo.

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Fallo cuando intento abrir sus ojos. Sentía que sus parpados no le pertenecían, quería tomar el control de ellos y abrirlos, pero su sueño lo vencía. Con las yemas de sus dedos, sintió la suave seda con la que estaba envuelto. No le gustaba el sueño que había tenido, lo único que provocaba eran malos recuerdos, sim embargo, era muy extraño el dolor que sentía en cada parte su cuerpo... ya no se encontraba el olor de la sangre en el aire. En ese momento recordó todo.

Se levantó exaltado de la cama – olvidándose completamente del sueño – miro alrededor, pero todo estaba oscuro ¿Dónde estaba? ¿Qué pasó con su madre? ¿La policía lo había detenido?... No, era imposible, aquellos hombres que entraron por la fuerza a su casa, no era la policía. Unas voces se escucharon detrás de las paredes. 

Con el dolor aun en sus extremidades, caminó hasta donde creía que haberlo escuchado. Sintió la manija de la puerta con sus manos y la abrió con delicadeza evitando que rechinara. Sin embargo, el otro lado también se encontraba oscuro, con la excepción de un destello de luz, que poco a poco fue reconociéndolo como un televisor. Luego se percató de la presencia de alguien más, jugando con la copa de vino mientras prestaba atención al frente. SeokJin quería preguntar quién era, pero quedó impactado al escuchar el nombre de su madre provenir del noticiero.

— En la madrugada del 8 de junio hallaron el cuerpo de Kim Shinwo junto a su esposa Oh Soyung, en el hogar de la pareja. Según las recientes investigaciones, Oh Soyung ha sido acusada de asesinato en primer grado contra Kim Shinwo, se percuta que esta acción, llevo a la Señora Oh a suicidarse horas después.

>> El informe de autopsia ha afirmado que el señor Kim fue asesinado con incontables puñaladas al hígado y parte del corazón. También se revelaron los informes de autopsia de la Señora Oh, quien poseía en su cuerpo varios hematomas, señalando una evidencia violencia doméstica. El departamento de policía aún sigue investigando. 

La televisión se apagó de repente, pero poco le importó, su corazón dolía y mucho, nunca imaginó que eso le pasaría. Ya había terminado su tesis, en poco se graduaba y tendría un empleo, viviría feliz con su madre, sin los golpes de su padre. Pero ahí estaba ahora, en una habitación oscura, llorando frente a la presencia de un desconocido sin saber que hacer ahora. Las luces fueron prendidas. 

– Levantate – una voz cortante hizo que su mente quedará en blanco – Tu madre no hizo todo eso, para que te lamentaras y lloraras.

Aunque no quería, se limpió las lágrimas que habían mojado sus mejillas. Con una voz temblorosa, pregunto — ¿Quién eres? — Quería salir. Quería correr de vuelta a los brazos de su madre. Quería que el nombre de su madre fuera limpiado. 

– Mi nombre es Namjoon – con un pequeño bufido de molestia de su parte se presentó.

Namjoon, mafioso acusado con los cargos de narcotráfico, asesinato y extracción ilegal de petróleo. Claro que conocía ese nombre, había escuchado ese nombre tantas veces en los noticieros nacionales, pero nunca llegó a ver su rostro. La policía solo conocía su nombre, pero no su rostro, cada cosa que hacía por las calles de la ciudad se aseguraba de dejar su marca.

SeokJin nunca le prestó atención. No le importaba los crímenes de los demás, solo rezaba por nunca cursarse con ellos. Tampoco entendía a las personas que idealizaban a los criminales, quienes los llegaban a comparar con un arma maestra.

Los mismos hombres de aquella noche entraron de improvisto a la habitación — Llévenlo de vuelta a su habitación, no tengo tiempo para lidiar con esto — Los hombres agarraron a Jin por los hombros mientras este se negaba, odiaba sentir sus toques, porque la espalada de su madre viene a su mente.

— Por favor, quiero salir de aquí — La puerta se cerró y volvió a la temible oscuridad.