Un día me contaste que soñaste que salíamos
Que caminábamos y discutíamos
Mientras yo me quedaba callada y tú me robabas un beso
Y que te daba una abofetada
Raro porque nunca te lastimaria
Pero también dijiste que te robaba un beso
Y que ahí terminaba el sueño
Hubiera deseado que nunca lo fuera
Y probar aunque sea un poco de tus labios.