It's my ass • 𝐕𝐌𝐈𝐍

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-no discutan chicos, arreglen sus problemas esta semana, Y si sucede algo no duden en llamar. -SeokJin se despedía de los dos, se quedarían solo esa semana ya estaba más que decidido -volveré lo antes posible sí algo sucede -Y así la puerta principal de el apartamento de bangtan se cerró dejando a dos de sus integrantes dentro. JiMin pensó que aquella despedida era no tan dulce como muchas otras, y TaeHyung pensó que tenía sueño y debía tomar una siesta de al menos cuatro horas.

-Me voy -habló TaeHyung, después de estar algunos segundos frente a la puerta, tal cual cachorros esperando a que su dueño vulva de su jornada laboral. Entonces TaeHyung empezó a caminar hacia las escaleras.

-qué dices gigantote, mientras antes empecemos, antes acabáremos ésta mierda de limpiar -No era mucho que limpiar en realidad, solo algunos ricones; como la habitación donde veían peliculas, barrer algunos rincones y tal vez quitar las telas de araña de las habitaciones. JiMin quería empezar cuanto antes, así el resto de los días serían solo suyos y para descansar la mente.

-Esta bien, pero tú pagas la pizza.

-

Dos cuerpos se encontraban agotados en el sofá de la sala, habían logrado limpiar todo el departamento en un solo día, lo que era claramente un récord para los dos.
TaeHyung había fallado con su fugaz pensamiento de dejar que aquel chiquillo com cabello de chicle aseé más que él, nunca tuvo en cuenta que el mayor decidiría dividir entre los dos las habitaciones.

En el momento que el timbré sonó en la sala, los dos cuerpos se levantaron con euforia y corrieron hacía la puerta, como si todo el esfuerzo de antes nunca hubiera existido. La pizza había llegado.

-Bien, págale tú -El más bajito sostenía las dos cajas de pizza con sus pequeñas manos con Intenciones de dirigirse a la sala nuevamente y disfrutar de su billetera llena y unas deliciosas pizzas calentitas.

-Oh, no, cariño. No podrás sostener bien las cajas con tus pequeñas manitos de bebé, mejor déjaselo a un hombre -Taehyung intentó sacar de las manos contrarias las cajas, pero el de cabellos rosas se dio a la fuga.

-págale al hombre, Kim -Gritó, mientras corría al comedor.

-¿cuánto es? -preguntó al repartidor que había observado todo el show con una sonrisa en sus labios y unas risitas discretas.

-40000,00₩ -Le dio la paga y algo de más y cerró la puerta maldiciendo a su compañero enano. Le haría pagar y él sabía perfectamente cómo.