Camina y nada conmigo

Capitulo 1

–La, la , la la. Cantaba viendo el techo húmedo de la cueva submarina.
Me gustaba ir ahí, era un lugar tan relajante, y podía sentir el aire fresco en mi piel.

Hacia pequeños corazones con el agua y los cambiaba a diferentes figuras.

–Fiorella, ¿otra vez estás aquí?... Deberías estar aprendiendo a controlar tu magia.(tenía magia desde que nací.. y eso me hacía.. especial según las sirenas mayores... Al parecer la magia de sirenas se había extinguido hace 300 años cuando los humanos nos descubrieron y nos  cazaron... Creyeron que la magia se había acabado y luego nací yo.

– Violet... Por favor, déjame un rato.. esque ve este lugar ... Es tan hermoso, y tan tranquilo, dame unos minutos.
–Esta bien .. y otra cosa ... Las sirenas mayores quieren verte.
Genial ahora que querran.

Fui hacia o más profundo del océano donde todo era tan obscuro y apenas si se veía la luz, cada vez que bajaba me daba un escalofrío y se me erizaban las escamas Rojas de mi cola de sirena.

Uufff llegue a la gran puerta de coral y mi corazón se altero..que querran de mi ahora.

Abri la puerta con un empujón y sentí un pequeño temblor por lo grande y pesada que era la puerta...luego vi el pasillo que me esperaba por delante, y lo fui recorriendo tranquilamente .. sentía un pequeño escalofrío en mis escamas al ver cómo las paredes estaban llenas de fotos de las anteriores sirenas mayores, todas vivían mucho tiempo, y las que siguen eran escojidas por las actuales .. las hacen tomar una poción y les da más vida, ellas son las gobernantes del ocenano..después o quizás antes que la reina y el rey, ya que al morir la reina actual ellas escojen a la siguiente... Y tienen la mira en mi.

Al llegar al final del pasillo toque en la puerta que tenía enfrente y espere ahí ... Había un silencio aterrador, hasta que se abrió la puerta y escu he una voz que me invitaba a pasar.. tome aire y entre.

Habían 5 enormes sillas hechas con coral y forradas con lo que parecía ser algas y en cada una habían unas sirenas que se veían bastante jóvenes a pesar de tener unos 200 años,en medio estaba Naomi la líder... Tenia unos 350 años, había vivido tanto y era la más sabía de todas, era rubia y tenía los ojos rojos, algo distintivo de las sirenas mayores, un efecto de la poción. Ella había presenciado la guerra entre humanos y sirenas.. y la extinción de la magia,fue un caos nos atacaron con todo lo que tenían, pero al final ganamos.. y con el tiempo olvidaron nuestra existencia, y hecharon la culpa a pulpos enormes.

–Fiorella, oímos que has estado faltando a tu entrenamiento,dijeron en coro
Se me hizo un nudo en la garganta.
–S..Si, estuve en cuevas marinas, odio entrenar.
– Pero que chica más estúpida gritó Relly la sirena sentada al lado de Naomi.
Naomi le hecho una mirada asesina e hizo que se encogiera de hombros
–Fiorella... Dijo Naomi bastante relajada y parándose de su asiento, ¿sabes lo que esperamos de ti verdad ?
– Si.. y no quiero serlo
La cara de Naomi paso de tranquila a intimidante, sus ojos brillaron y nado rápidamente hacia mi que no me dio tiempo de reteoceder.
Tenia su cara enfrente mío y sentí que me desvanecía, sentía que sus ojos me paralizaban.

– Escúchame con atención Fiorella, te hemos tenido paciencia.. eres una chica muy rebelde, y no nos gusta la desobediencia... Y más de la futura reina, ¿no me vas a obligar a encerrarte por el resto de tu preparación verdad ?
–No eres estúpida.. así que debes de saber que quien tiene el poder somos nosotras... No la reina y no el rey, serías solo una marioneta, pero necesitamos tu poder en las próximas generaciones, y quiza hayemos la forma de incluirla en la nuestra pocima.. pero si cooperas no te haremos daño en la experimentación.. pero pues si te resistes... Será un gusto obligarte a atender nuestros planes para ti .. mi querida futura reina.

Se separó de mi en seco y dio media vuelta hasta llegar a su asiento.
–Puedes retirarte.
Mi cara estaba paralizada... Solo pude asentir y dar media vuelta.
–Fiorella...
– Podemos ser la familia que nunca tuviste .. solo déjanos cuidarte.
Solté una lágrima y seguí nadando hacia la salida.