Yo-yo/Jenlisa

Day 10

Miércoles

Ninguna de las dos soñaron cosas bonitas, aunque a Jennie apenas le dio tiempo, ya que no durmió casi nada.

Tenía mucha hambre y sueño, y por supuesto, quería abrazar a sus amigas y llorar en sus hombros, sobretodo el de Lisa, pero ella nunca lo admitiría.

Jennie escuchó claramente que Rosé dijo: "¡nos vamos!" Y seguidamente cerró la puerta, eso quiere decir que está sola.

Los ojos de gatito de la pequeña se abrieron en ese momento, y cuando se aseguró de que no había ni un ruido afuera abrió el pestillo lentamente, para luego abrir la puerta y tropezar con algo que casi pisa al girar a la derecha.

"Mierda, es Lisa."

Pero, la chica estaba profundamente dormida, en una posición aparentemente incómoda, con sus ojos y cara rojos, tenía el mismo aspecto de Jennie: rota.

Jennie cogió en brazos a Lisa, con mucho cuidado para no despertarla y la tumbó en su propia cama. Antes de irse y sin poder evitar lo contrario, le dió un pequeño beso en la frente seguido de un:

"Perdóname."

Igualmente, seguía sintiéndose como el día anterior, pero no podía ser tan egoísta y dejar a su amiga así.

Al salir, de percató de la carta, la cual se reservó para leerla con algo en el estómago.

Se dirigió a la cocina con la carta en sus frágiles manos, llevándola como si fuera de cristal. La dejó en la mesa con cuidado, y después de desayunar como es debido, abrió la carta, preparada para leerla.

"Para: Jennie Kim.

Hola, pequeña.

Esta pedazo de tonta con complejos de lesbiana te está escribiendo esto porque te necesita.

No me gusta verte tan mal y sabiendo que es por mi culpa, no debí ponerte presión encima para conseguir ese beso, no pensé que fuera tan horrible para ti, perdón por obligarte.

Aunque para mí fue la mejor sensación que he experimentado nunca.

Entenderé que me odies, entenderé que te alejes de mí, pero por favor...

No llores.

Me alejaré si es lo mejor para ti, y acabaré con la tontería de las notas.

Pero, incluso si eso pasa...

Por favor, cuando necesites ayuda, llámame; pondré mi vida en riesgo de ser necesario.

Atte. Lisa"

"Eres increíble."

Jennie ya no podía derramar lágrimas, su cuerpo apenas contendría ya agua suficiente de haberlo hecho tanto.

La pequeña cogió papel y lápiz, y empezó a escribir.

"Para: Lalisa

Bien. Lo siento.

Me he comportado como una idiota, no quería herirte, pero actué egoístamente.

Me siento mal con todo esto por alguna razón, no quiero hacerte daño por ser hetero curiosa o como se le diga.

No tengo claro lo que siento.

Perdóname.

Hablaremos mañana, necesito pensar.

Atte: Nini. "

Cuando ya estuvo satisfecha con lo escrito, se dirigió a la habitación, dejó la carta sobre la mesita (al lado del yo-yo, como no) y se vistió, dejando a la rubita sola en casa, dirigiéndose a donde quedó con las otras dos chicas, que ya se habían besado suficiente dentro del tubo del parque.

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Lisa se despertó, sorprendida de lugar en el que estaba.

Se levantó de un salto y corrió por toda la casa, buscando a la que ella llamaba "futura esposa" (se puede soñar 🤦‍♀) pero sin éxito.

Volvió a su habitación, encontrándose con la carta y leyéndola más rápido que nunca.