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Fio

Corrí al parque, como loca por llegar a junto a Honey. Estaba en la misma banca en la que nos conocimos.
-Hey, Honey.- dije en tono infantil.
-Hola niña...- se giró hacia mí y me indicó que me sentase.
Me senté rápidamente y le sonreí, él estaba fumando y me acercó la cajetilla a modo de oferta. Aparté con la mano, negando.
-No fumo. -le dije.
-Como quieras. -me contestó, guardando la cajetilla en los bolsillos de su sudadera naranja.
Me rodeó con su brazo y yo sólo le miré, un tanto sorprendida. Honey me sonrió dulcemente.
-Me gusta tener compañía... Eres bastante linda...- yo miré al estanque, sin saber qué responder.
Tomó mi mentón con la mano y plantó un pequeño beso en mis labios.
-Eres tan dulce...- se separó lentamente y me guiñó un ojo. Luego se levantó. -Cambio de planes, mañana tú, en nuestra casa, ¿ok?
-Entendido...- dije.
Me dio la dirección, que apunté con sorprendente rapidez. Esto no me olía bien... Espero que no me hagan nada.

Volví a casa contenta, tanto que no me acordé de lo que le había hecho a mi madrastra y entré por la puerta principal. Mi padre me dio una paliza, ese cabrón... Ana solo miraba y el puto perro ladraba como un cabrón. Espero nunca volver aquí, los odio...

AL DÍA SIGUIENTE

Llegué a casa de los esqueletos, ni me importaron los moratones ante mi alegría desbordante. Llamé a la puerta y me abrió un sonriente Patchpyrus que cambió su expresión a una de sorpresa y algo de pánico.
-¡POR DIOS! ¡¿QUÉ TE HAN HECHO?!

~ Sing With Us ~ [ Au's Papyrus x Fio ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora