La Historia

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En un bosque muy lejano habitaba una hermosa llanura, justo en el centro de ese inmenso bosque, en aquella llanura en medio yacía un inmenso árbol, lleno de ramas con más verde que el propio bosque, aquel árbol era tan hermoso que nada se le comparaba.
Todas las mañana al dar el sol el árbol despertaba dando buenos días y se llenaba con el Rocío de la inmensa cascada que salpicaba a unos metros de el justo en frente, a la distancia perfecta, todo era perfecto incluso el creía que podía ser el más afortunado árbol de todos.
Un día al mirar al cielo como lo hacia cada tarde, vio una especie de movimiento muy peculiar sobre unos arbustos, al mantenerse un poco callado vio salir una pequeña ave de aspecto sucio cubierto de hojas secas y yesca, se veía cansada y un poco desorientada, sus plumas eran blancas con colores pasteles en la cabeza y la parte trasera un poco antes de la cola como sí alguien la hubiera salpicado queriendo lograr un salpullido de esos colores, dentro de esos bellos colores reparo en un color rojizo al instante su vista fue hacia un costado para darse cuenta del ala rota que era la culpable de aquella mancha de sangre se preocupó y pregunto
— ¿Estas bien ave? Creyó haber escuchado un si, pero sin duda solo era sarcasmo
— Claro que no estoy bien -contesto el ave, sin más el árbol reparo en que tal vez había sido una pregunta tonta después de ver el ala rota- puedes ver mi ala está rota así que ¿como puedes preguntar semejante tontería?.
— Lo siento -contesto el árbol- no creí que ser amable sería algo tan malo -protesto algo irritado, cosa que nunca en su vida había sentido, valla siquiera conocía esa palabra, sin embargo en verdad creyó que su pregunta no tenía sentido.
— Valla, ¿crees que fuiste amable?, pues eso no lo fue para nada, tan solo fue una pregunta tan absurda- el árbol se sintió avergonzado después de que el árbol confirmara que sí, había sido una pregunta absurda agachó la cabeza mientras pensaba que contestar- no es para tanto esto ya me ha pasado antes, solo no me tomes importancia y has como que nunca nos hemos visto -sin más el ave reparo en volar al no conseguirlo el árbol soltó una risa que parece aquella ave pudo escuchar, cuando el árbol vio la cara del ave supo que habría sido mejor guardarse su risa-.
— ¿No es mejor que esperes a recuperarte antes de querer volar? -soltó el árbol sin más-.
— Eso sería bueno sí no escuchará tu irritante risa al burlarte -sin más el ave camino hasta la cascada y bebió para calmar su sed, estaba cansado-.
El árbol lo vio de lejos ya que no podía acercarse más y noto tristeza en él ya que solo veía con desvaríacion hacia el agua, creyó verlo llorar pero cuando el ave se giró hacia el no encontró rastros de su hipótesis.
— ¿Ave que te ha pasado? Estas herido y puedo notarte un poco triste.
— ¿Tan solo con verme pudiste deducir lo de triste? -el ave mostró una cara de asqueado odiaba que los demás depusieran cosas cuando siquiera sabían su nombre-.
El árbol solo ignoro lo que él dijo, al verle supuso que necesitaría recuperarse y descansar, comer y sanar y de pronto tuvo la necesidad de ayudarlo, necesitaba ayudarlo a pesar de que no fuera siquiera un poco amable y con la idea de que tal ves no aceptaría-
—Puedes quedarte en la cima de mis ramas sí es lo que necesitas para sanar -soltó el árbol viendo como el ave solo lo ignoraba- comer de mis frutos al fin solo terminan cayendo al suelo sin que alguien los toque. -el ave dudo, pero sin más acepto solo porque simplemente no podía ir a cualquier otro lugar, se acercó al árbol y este ayudo con su rama.
— ¿Querías saber que me pasa?
— Sí -contesto el árbol sorprendido pero con curiosidad-
— Creí haber visto hace un rato a alguien que conocía estaba obscuro aún y me tope con una par de halcones, al volar rápido para librarme de ellos choque con un árbol y caí justo en ese arbusto del que salí.
— ¿A quien exactamente?
— A mi hermana
— ¿Tu hermana?
— Si, ella murió justo por un halcón hace un par de meses.
— Ya veo
— Ese día yo no pude hacer nada y simplemente me escondí como un cobarde, en fin eso ya no importa.
— Lo siento.
— Si eso dicen todos pero gracias
Por un momento hubo un silencio tan grande que creyó tocarlo, el ave simplemente se quedo dormido en lo alto de la rama del árbol.

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