Our Cloud [HIATUS]

Let u go

(P.O.V ChangKyun)

Me desperté en la madrugada por los gritos de mi hermano mayor.

Estaba peleando con mi padre de nuevo.

—¡Maldito infeliz! ¡Las únicas dos personas que trabajan para esta casa somos ChangKyun y yo!— Con cada palabra su voz iba en aumento.— ¡¿Pensabas hacerle lo mismo a HanByul?! ¡Son unos jodidos niños!— Los gritos se hacían más altos.

Traté de levantarme de mi cama pero el dolor en mi cuerpo me lo impidió.

Golpecitos delicados se escucharon del lado de afuera de la puerta de madera, opacados por los gritos. Luego unos moñitos de cabellos negros y los ojos grandes, llenos de lágrimas, de mi hermanita se asomaron con cuidado.

Me daba un poco de vergüenza que mi hermana pequeña me viera así, despeinado, adolorido, desnudo y usado. Pero a ella no le importó, sólo quería dormir con alguien que de verdad la quisiera y la cuidara.

—Ven...— Dije con mi voz rasposa.

Ella cerró la puerta y se dirigió corriendo a mi cama desastrosa, pero no le importó.

La abracé y la consolé hasta que se durmió.

Los gritos cesaron poco después y un furioso HanBin entró a mi habitación con la cara toda roja y los ojos inyectados en sangre.

—Empaca tus cosas, nos vamos.— Dijo con voz suave.

—P-pero y HanByul.— Pregunté en un susurro.

—Ya tengo sus cosas listas.— Dijo en el mismo tono. —Hablé con tu amigo MinHyuk y me dijo que te podías quedar con ellos. Yo me llevaré a HanByul.

Miré a mi hermanita todavía dormida entre mis brazo y luego dirigí mi mirada a HanBin.

—No dejes que le pase nada, por favor.— Luego de esto, HanBin tomó a la pequeña entre sus brazos y salió de mi habitación.

A duras penas me levanté de mi cama y caminé hasta la cómoda donde guardo mis cosas, tomé un bolso y empecé a meter ropa y demás objetos personales, sólo lo más esencial. Me vestí entre quejidos y con sigilo salí de mi habitación.

Al bajar las escaleras mi hermano con HanByul todavía dormida sobre su brazo izquierdo me quebró un poco más mi corazón, un bolso grande estaba sobre la espalda de HanBin y otro lo sostenía con su mano derecha, deduje que eran las cosas de mi hermana.

—Vamos.— Susurró muy suave, señalando con su barbilla la puerta, dándome a entender que la abriera yo, cosa que hice.

Los dejé salir primero y justo antes de poner un pie fuera una mano grande detuvo mis movimientos.

Asustado, hice fuerza, tratando de liberar mi brazo. Pero los esfuerzos no daban resultados, entonces, de un momento a otro, la mano de ese hombre fue cercenada, salpicando mi brazo con sangre y fui arrastrado por mi hermano. Estaba tratando de procesar todo lo que había sucedido hace apenas unos cuantos segundos, pero el impacto acompañado de los gritos agónicos y desgarradores del hombre que decía ser nuestro padre, no me dejaban comprender la situación con lucidez.

Y en menos de lo que pude procesar, estaba frente a la puerta de entrada de la casa donde vive MinHyuk, con sangre en la camisa y el brazo, y gotas saladas saliendo de mis ojos a borbotones.