Me gustas
Aquello gira en mi cabeza, revisó el numero para asegurarme de que no es Mario jugandome una broma, como ya ha hecho anteriormente, cambiando el nombre de su contacto con el afan de confundirme o molestarme con "Eres muy duro :c". Definitivamente es el número de Isabel, tomo captura sin abrir la conversación y corro a los mensajes de texto. Mi primer mensaje es Mario, lo abro y envió la foto
Mierda
Es todo lo qué responde. Suspiro fastidiado, seguramente esta haciendo exactamente lo mismo que yo, pero con Alexander. Al final tarda cerca de unos minutos en responder, pero lo hace con una llamada sorpresiva. Respondo
—Invítala a salir, como novios
—¿Y si me rechaza?
El miedo se expande por todo mi cuerpo al pensar en ello. Nunca antes me han rechazo, mucho menos me han roto el corazón. Escucho a Mario suspirar y cierro los ojos, preocupado de su respuesta
—Aver, hijo mio. ¿Cómo lo digo? Uh... ¿Estas pendejo o qué pedo? Ella ya te dijo que le gustas, ¿crees que va a rechazarte nada más porqué si?
—No lo sé Mario, podría ser
Le digo solo para fastidiar. Se ríe entre dientes y murmura una maldición, me río e intentó calmarme, mi corazón late con fuerza y mis manos tiemblan, dichas reacciones me asustan, aunque intento ignorarlo. Suspiro y miro al techo
—¿Puedes venir a mi casa?
—Voy en camino, llego en cinco
—Gracias. Realmente te necesito
—Lo sé. Por lo mientras intenta no ahorcarte con un fideo mientras llego
Me río y le digo lo idiota que es, colgamos y alejo el celular. Mario ya viene, si esta aquí todo sera más facil, después de todo, es lo más cercano que tengo a un hermano mayor, luego de que Sebastián se marchara
Ahora que lo recuerdo. Hace dos años Sebastián se fue, hoy se cumplen los dos años y aún no ha regresado como prometió. Suspiro con tristeza, seguramente olvido su promesa, no era importante, tampoco
—Te vez fatal
Me giro al escuchar a Mario, sonríe y camina hacía mi cama, se sienta y toma mi celular, escribe algo y lo deja en la mesa, se acuesta y estira su mano para limpiar una lagrima que corre sin que me de cuenta de ello
—Odio cuando lloras
Asiento, sin saber porque y me acuesto a su lado. Me mira y luego mira la fecha en su teléfono, la foto de fondo me hace sonreír, aunque sólo sean Mário y Alex, se ven realmente felices
—Ya dos años, ¿He?
Sonríe con nostalgia, asiento y lo abrazo, Mario mira al techo y suspira. Suspiro al notar que él aún extraña a mi hermano
—¿Aún lo amas?
Pregunto bajo, niega con la cabeza, suspira y dice "Ahora amo a Alex, pero eso no me impide extrañarlo. Eramos mejores amigos, después de todo" Dice con tono bajo, asiento, realmente eran los mejores amigos, por Sebas fue por quien conocí a Mario y gracias a mi Alex y Mario se conocieron
Recuerdo haberme hecho cercano a él luego de que Mario se me confesará creyendo que era Sebastián. Cuando se fue, el también quedo destrozado, pero se esforzó en hacerme feliz todo porque se lo prometió a mi hermano
—Le dije que querías salir con ella. No la cagues y se feliz por un momento
Me cambia de tema, asiento sin darle vutas y comienzo a contarle lo mucho que me asusta salir con ella. Se ríe un par de veces mientras repite que voy a acostumbrarme. Nos reimos toda la tarde, hasta que mamá llega, llorando y maldiciendo
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