Uno de los primeros miedos que he experimentado en mi vida: la soledad.
Mi madre pasó por una enfermedad muy dura, a la cual llevaba mas de cinco años enfrentándose y no conseguía superarla. Muchos médicos, enfermeras y especialistas pasaron por nuestra casa para examinarla de vez en cuando, buscando alguna solución que puediese ayudarla a una mínima mejoría, pero nunca encontraron nada.
Después de cinco años y veintisiete días luchando contra esa irreconocible enfermedad, mi madre no puedo seguir luchando y falleció.
Una experiencia traumática para una niña de nueve años que no sabía lo que era la vida, hasta entonces.
Mi madre y yo pasabamos el día y la noche juntas, jugábamos, nos contabamos chistes, siempre caía algún cotilleo sobre chichos... Tenía una confianza plena en ella, era mi mayor confidente y ya se había ido. Dejó un vacio en mí, empecé a sentirme sola.
Mi padre y yo nos quedamos solos, sin nadie en quien apoyarnos. Siempre nos hemos llevado bien, pero nunca tuve esa confianza para contarle mis problemas, solo hablamos de mis notas y su trabajo, no hay otro tema de conversación diferente.
Desde que mi madre se fue, me siento sola. Me siento aislada del mundo, encerrada en mi misma y con un millón de problemas que contar y nadie que me escuche.
Con nueve años, fue la primera vez que experimente lo que es sentirse solo.
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Miedos
Ngẫu nhiênEn esta vida, todos tenemos algún miedo. Algunos tienen miedo a cosas materiales, como a las agujas, a los objetos punzantes, a las armas de fuego... En cambio, hay gente que tiene miedo a la oscuridad, a la soledad, a la enemistad... Hay muchísimos...