Capitulo I

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Al entrar lo primero que podía oler era su fabuloso perfume, su cabello castaño ligeramente rizado y esa sonrisa que mataría a cualquiera. Sobre todo a mi. No podía creerlo, no podía ni hablarle de frente por que me ponía nervioso, era simplemente hermoso. Quisiera saber si algún día me pediría ser su novio. No, no lo creo. Solo estoy imaginando cosas que no son, como siempre. A diario veía sus fotos y suspiraba al verlas. En el trabajo siempre es lo mismo. Contestar llamadas, atender gente, echar un vistazo y verificar que todo está en orden. Pero la mayor parte me la pasaba simplemente observándolo. Siempre llega unos diez o quince minutos después de su hora de entrada. No más. Aquella vez fue diferente. Paso media hora, una hora, un día dos días, tres días, una semana... y entonces comencé a enloquecer, me hacía falta. Decidí investigar por mi propia cuenta que estaba sucediendo, revisé desde sus redes sociales hasta sus amigos más cercanos. Me convertí en una persona completamente... diferente.

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