«Los grandes placeres de la vida»

3K 165 11
                                    

Narra Aris:

Ahí nos encontrabamos,Temo bajo de mi con mi miembro en su boca mientras el jugaba con su lengua como si de una paleta de caramelo se tratase. No podia negar lo el sabia lo que hacía como para ser su primera vez,¿No?
Gran error,al parecer Temo y su "Amigo" Diego estuvieron en un pasado lejano así.
Aunque yo nunca le pregunte sobre eso el parecia que lo asumia bastante bien,después le preguntaria para confirmar mi sospecha.

Coloqué mi mano en su nuca moviendo la hacia mi dirección haciendo mas peofundas las mamadas que me daba mi ángel,que no parecía tan santo en este momento.

Después de unos minutos así llegue a mi limite y me vine en la boca de temo,saque mi pene de su boca mientras el rataba de beber todo el semen que se encontraba en su boca.

-Lo hiciste tan bien.- Le reconocí con la respiración agitada mientras con el dorso de su mano derecha se limpiaba los residuos de semen en sus labios.

~g-gracias,tu también lo hiciste bien.~Me dedico una sonrisa y posterior mente me besó mientras acariciaba mi espalda.

-¿Estas listo para lo que sigue?.-dije mientras tocaba su lindo tracero a lo que el afirmo con un leve movimiento de cabeza.

-Bien,Date la vuelta.-El obedeció de inmediato y me coloque atrás de el y acaricie su cuerpo desnudo hasta llegar a su trasero.

~d-dame t-tu mano.~ Me pidio y obedecí,el lamio tres de mis dedos para lubricar los.

-valla,creí que no sabias lo que hacias.

~Solo calla y haz lo antes de que me arrepienta.

Obedeci y con los dedos lubricados con su saliba los introduje en su entrada mientras el solo se quejaba por la incomodidad. Primero meti uno y empeze a mover lo en su interior un buen tiempo,luego el segundo y el tercero posteriormente.

-Estas listo,ya voy a...a entrar.-No podía negar lo,aun me avergonzaba hacer esto pero ya no habia marcha atras.

El solo dijo un pequeño y simple "si" y empeze a introducir mi pene en su entrada mientras el solto un grito de dolor con excitación.

-No te preocupes,sere gentil bebé,no quiero que tu padre me maté por dejarte en silla de ruedas.- Reí y empecé a mover me dentro de el dando le pequeñas estampidas deseando que no estuviese sufriendo demasiado y disfrutase uno de los mayores placeres de la vida.

«Labios de miel » «Aristemo»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora