After Lunch

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Parecía que todo iba tranquilo, mi vida continuaba de la manera más normal posible...pero había algo que faltaba. Habían pasado ya casi 3 meses desde que mi ultimo sumiso se fue. Andres y yo eramos muy unidos, pero hay cosas que se rompen... una relación a distancia es una de ellas. Andres es el mejor ingeniero, muy inteligente y definitivamente bastante atractivo. Dejarlo ir no fue fácil, pero no podía perder la oportunidad de su vida, ir a terminar su carrera en Alemania . Definitivamente que el fue en su momento el sumiso perfecto. Alto, ojos tan azules como cielo, con una figura envidiable y lo mejor de el era su obediencia. Pero... el ya no esta.

"¿Chai latte con leche de almendras?" Dijo el mesero.

"Si, gracias. ¿Cuanto sería?" Dije.

"El muchacho de allá la invita." Dijo el señalando a un joven no muy alto, con una cara bastante fina y una sonrisa muy grande.

"Entonces esto no es mio, muchas gracias." Dije devolviendo al mesero la bebida. No me gusta que paguen por mis cosas. Siento que al aceptar cualquier regalo, por más mínimo que sea, de un hombre le debo algo.

Es así como luego de eso salí del café y me dirigí a mi auto, pero hubo alguien que salio detrás mio... No soy una persona que busque la perfección pero luego de mi anterior sumiso no podía encontrar a nadie lo suficientemente bueno pero... el tenia potencial para ser mejor de lo que el cree que es.

"Lo siento, ¿Te ofendió mi invitación?" Comento el un poco triste.
Y definitivamente eso no fue lo que me ofendió... sino sus comentarios.

Todos los miércoles que llegaba a ese café, mi favorito, el se encontraba sentado en la mesa de la par. Estaba con sus amigo, que era unos simples alumnos de una universidad cercana, niños básicamente. Y sus conversaciones variaban en temas de con cuantas se habían acostado y que tan bien fueron en la cama. Pero un día especial dijo que le gustaría estar con una mujer mayor, pero sentía miedo al rechazo por ser joven e inexperto. Así que yo entendí el porque de sus acciones y nunca dejaría que alguien que hable de esa manera de una mujer fuera mi sumiso.

"Ha ha ha, niño no me hagas reír, simplemente no me gusta tomar aquello que no es mio y ese café no lo pague yo." Dije seria subiendo a mi auto. Definitivamente  por tanto comparar a todos con Andres...ninguno seria un buen sumiso.

Y así fue como conocí a Daniel y lo rechace el mismo día.

La lecciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora