Lo Que Siento.

capítulo 9

Ojala lo hubieses hecho todo mas facil...

Todavía recuerdo cómo entre tanta gente, tus ojos únicamente se posaron sobre los míos. Me pedían a gritos un beso. Uno detrás de otro y un abrazo de esos que curan hasta lo imposible.

Me quedé enganchada a esas pupilas como quien coge un vaso de agua en medio del desierto.
Como si no pudiera perderme en otras. Como si el iris de tus ojos llevase ya mi nombre grabado.

Sé que te gustaba mirarme y que te divertías viendo cómo mi cara se cubría de la sonrisa tonta que me causabas. Sé que, por poco, hubiéramos hecho el amor delante de todos, porque nuestras miradas ya lo habían hecho.

Sé también, que nunca antes había querido mirar a alguien tanto tiempo como te estuve mirando a ti y que me hubiera perdido contigo adonde fuese si me lo hubieses pedido.

Ojalá lo hubieras hecho todo más fácil. Ojalá el beso de despedida hubiera sabido a un “Nos vemos pronto” y no a un “Adiós”.

Ojalá no me hubieras alzado el vuelo, para soltarme a 300 kilómetros del suelo y verme estrellarme, contra mis ilusiones y mi ego.

Quise pensar que no dolería, pero tantas ilusiones rotas, cortan por donde pasan.

Fue bonito mientras no dolió, mientras me hacías soñar sin dormir, mientras tus manos apretaban fuerte las mías sin dejar marca.

Los “me encantas” que salían de tu boca sin que yo dijese ninguna palabra y las veces que hiciste que mis mejillas se sonrojaran.

Navegando por la constelación de tu espalda y durmiéndome encima como si no importase nada.

Ojalá lo hubieras hecho todo más fácil y que ahora no doliese apenas al rozar, que no me saco el recuerdo de tus labios de mi cabeza,
y ya no me apetece siquiera volver a besar.