cap1- Agradable tropiezo

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-Mama quiero ese helado!-. Exclamaba un pequeño a su madre quien se hacía a odios sordos, como si no oyera al niño de 6 años. Por lo que pude ver mientras cruzaba la esquina en donde está la heladería que me encanta y la librería que desprende un aroma a canela, ella lo estaba ignorando por soltar su mano al cruzar la calle. 

Caminaba por las calles de Londres, quería montar el London Eye desde que llegue, ya tenía 2 años viviendo en otro país lejos de mi familia y lejos de todo aquello que mi hizo daño una vez. Mi nueva vida al inicio no fue tan fácil, me sentía como una niña de 15 años andando por un bosque perdido en donde la neblina me segaba y no me dejaba ver el camino y con mis 20 años de edad aun lograba sentirme insegura la mayoría del tiempo, trabaje hasta más no poder... muchas veces sentía que debía parar, pero si quería pagar mis estudios y el lugar en donde vivía tenía que esforzarme lo suficiente.

Cambie de vivienda 2 veces, la primera fue una habitación en donde los animales dormían conmigo y el espacio era más pequeño que un cubículo. Cuando al fin supe que estaba estable económicamente busque otro lugar y es ahora donde actualmente vivo, un apartamento que no es lujoso pero si hogareño y para una joven que vino a probar suerte en otro país era exactamente perfecto. A los 8 meses de estar en mi nuevo apartamento inicie mis estudios en London Metropolitan University especializandome en Trabajo Social. 

Y hoy un martes de septiembre es que me decido a montar en una de las atracciones de Londres, aprovechando mis vacaciones de veranos he venido sola no tengo tantos amigos solo 3, Mery que desde el primer día de clases me sonrió y nos volvimos inseparable, Jackson mi especie de hermano amante de la música y mi gran y hermoso perro, pastor alemán Zeus los seres de quienes no me he separado desde que los conocí. Y lamentablemente ninguno de ellos pudo acompañarme. Mis ganas de traer a Zeus en mi bolso y llevarlo conmigo no me faltaron, pero un perro pastor alemán no creo que quepa en cualquier bolso y mucho menos le permitan la entrada en el London Eye. Estúpidas reglas. 

-Buenas tardes señorita cuantas entrada necesita?-. Pregunta la chica de la taquilla con una sonrisa amable.

-Una sola por favor-. Que deprimente, una sola entrada para estar sola apreciando la vista hermosa de Londres, amigos traidores, extiendo mi mano para dar pago a mi entrada 

- Que la disfrute-. Sonríe y yo agradezco camino unos cuantos metros y veo una gran fila.

Genial ahora tengo q esperar. 

El tiempo paso más rápido de lo que esperaba y ya m encontraba subiendo en una de las cabinas del London Eye, cuando una chica tropeza y cae sobre mi espalda. Auch caigo al piso. 

-Disculpa de verdad disculpa estas bien?- extiende su mano para levantarme, quedo perpleja por el golpe del suelo de la cabina no es que sea muy blando que digamos. Y de repente recuerdo que tengo modales. Acepto su ayuda.

-Si... Bueno solo duele mi quijada pero estoy bien- concluyo ya de pies.

-Señores las puerta se cerraran que disfruten su viaje- habla a las afuera un señor de unos 40 y algo supongo.

-Disculpa, tropecé con el muro al entrar- vuelve hablar un poco más relajada. Es hermosa tiene unos ojos muy atractivo. 

-No te preocupes, yo también soy torpe algunas veces.- su seño se frunce. 

Oh rayos!

-No es que tú seas torpe, es solo que.-ríe

- Tranquila no me has ofendido. Mi nombre es Gemma Styles y he venido a pasar un día sola en el London Eye. Fantástico no?- ohh sarcástica, comienza agradarme. 

-Lamento informarte que no eres la única persona que ha venido sola, así que estamos en la misma carrera. Diana Robinson.- extiendo mi mano para apretar la de Gemma y deleitarme con la vista de Londres.

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⏰ Última actualización: Jul 25, 2014 ⏰

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Once Upon A Time (H.S)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora