Mi nombre es Eleanor Doyle, Físicamente soy alta un metro sesenta o no se si un poco mas, mi cabello es rubio liso, aún tengo la suerte de no tenerme que teñirme, aunque algunas veces se me pase alguna idea por la cabeza, mis ojos son verdes y mi piel es blanca, aunque me bronceo sin dificultad, prefiero decir gordita, más que nada por coquetería. Tengo 19 años y los cumplo el 25 de Febrero, tengo 2 hermanos, uno es Frank de 15 años y Emily de 25 años. Tengo dos seres fantásticos, y son ellos dos, con los que intento suplir el vacio que deja una madre, desde que la perdimos hace 4 años. A los 16 años tuve a mi único novio, Thomas, nuestra relación ha sobrevivido a las diferencias de carácter y las carencias lógicas que van surgiendo con los años, las hemos podido subsanar por que no nos ha faltado el amor y por dialogar, siempre con un lema primordial “no dejar para mañana lo que puedas hacer o resolver hoy”.
Mi vida diaria se desarrolla de forma monótona, trabajo con mi padre y mis hermanos en una pequeña panadería familiar. Mi función es muy variada, soy algo así, como chica para todo, suelo trabajar solo de mañanas, salvo acepciones, con el incremento de que siempre llevo trabajo de la panadería, para casa, siempre llevar una receta nueva. Las tardes y los fines de semana, intento que sean íntegramente para mi hogar, mi padre, mis hermanos y para mi.
No suelo salir mucho, me agobian los tumultos y los locales cerrados llenos de gente, mi gran divertimento es mi espacio, donde no coge nadie más, leo, escribo mis cosas y ahora este pequeño resumen de mi historia, que ha reestructurado todos mis esquemas.. Por mi descripción, doy a entender que soy alguien solitaria, muy por el contrario, no recuerdo haber estado sola en mi vida, tengo muchísimos conocidos, que cualquiera los agruparía como amigos, en mi caso soy muy selecta, para mi la amistad, es un tesoro muy valioso. Amigos son aquellas personas, que acuden a ti sin llamarlos, te conocen mejor que tu, con solo mirarte saben si algo te pasa y que hacer para ayudarte. De esos no tengo muchos, sin embargo me considero afortunada por que los tengo, cuando se que existen muchas personas que carecen de ese tipo de amistad, como tampoco han podido encontrar el amor o lo han perdido.
Mi forma de ser, los que me conocen bien, dicen de mí que siempre estoy en mi mundo, se me tiene que llamar dos veces y hasta tres, para captar mi atención. Puedo estar en un lugar con mucho ruido y mucha gente, concentrarme en un libro y no percibir nada más o simplemente evadida pensando en algo. Si me hago presente hablo muchísimo, es muy difícil que yo no tenga nada que decir jamás, eso no quiere decir que no sepa escuchar, cuando más aprendo es cuando escucho y también creo que te hace más humana, te ayudas a ti y a los demás. Me gusta la esencia natural del ser humano, sin distinción de raza, cultura, sexo, condición social o sexual. No soporto intuir soledad o sufrimiento en alguien y quedarme parada, actuó sin pensar, es algo que no controlo, de tal manera que a veces pienso que no aplico la lógica y me entrometo en la intimidad de alguien que no me lo ha pedido, cosa que detesto, porque la intimidad de cada cual es sagrada, como su libertad.. Sufro muchísimo cuando me equivoco y he aprendido a pedir perdón, lo hago siempre que es necesario y me hace sentir bien, como decirles a todos los que quiero, cuanto los quiero y achucharlos mucho. Se que tengo un carácter de mil diablos, cuando se me hiere es mejor dejarme, mi capacidad de razonar se pierde, pero jamás guardo rencor y siempre perdono.
Adoro la naturaleza, es donde más paz siento, me encanta caminar por el campo y no me importa hacerlo sola, es donde más yo me siento, puesto que crecí en el campo.
Nunca he dormido mucho, de niña fui el tormento de mis padres, como lo soy ahora de mis hermanos, no recuerdo haber dormido jamás, 8 horas seguidas, por ese problema he tenido que recurrir incluso al psicólogo. Por más que lo intente el desorden es algo que me domina, nunca llevo reloj y siempre llego tarde a todos sitios. Para mi padre soy una hija atípica, no encajo en el patrón del resto de las hijos que ellos conocen, me tienen como amiga y me aceptan tal como soy si no fuera por que detestan que fume, tome tanto café y duerma tan poco. No soy perfecta, definitivamente no me gustaría serlo.