Un Alfa Urgido

One Shot

Un olor delicioso me despierta. Abró lentamente los ojos y veo una espalda llena de marcas de besos, algunos moretones y lo más llamativo, una perfecta marca de mordida en el cuello. Es Deku, mi Omega.

Deshago el abrazo que tengo en su cintura y me incorporó. La sabana resbala por mi cuerpo y deja ver mi desnudez. Los rayos del sol apenas se asoman por la ventana. Hoy no tengo que ir a trabajar así que podría dormir un poco más.

Pero el aroma que proviene de Izuku me despierta y excita. Hace unos meses que no tenemos relaciones y eso causa estragos en mí. En otras ocasiones no hubiera tenido problema en simplemente echarme encima de él y follarlo furiosamente. Pero mi alfa me lo impide, algo contradictorio al ser él también el que quiere reventarlo contra la cama, como generalmente lo hago.

Mi alfa está bastante sobreprotector con Deku...porque esta embarazado. Y como no estarlo? Desde nuestros días en la Academia de héroes no hemos dejado de fornicar en cada oportunidad posible, yo deseaba embarazarlo lo más pronto posible para que tenga que abandonar la Academia y no corra peligro. Pero el inútil de mi omega se cuidaba demasiado, creo que sabía de mis intenciones. Durante nuestro tercer año derrotamos a All for One y a todos sus adeptos, luego de graduarnos, Deku dejo de cuidarse.

Recovery Girl nos advirtió de abstenernos en las relaciones sexuales, los alfas eran un poco agresivos durante el sexo y a mí me gustaba serlo. Desde que iniciamos nuestra relación nunca estuvimos tanto tiempo sin mojar... y creo que enloqueceré. Nos hemos manejado con caricias, masturbaciones en conjunto, orales y Sumata (Rozar sin penetración), por eso las marcas en Deku, pero ver como su entrada se moja cada vez que lo toco y saber que no puedo hundirme en ese caliente, apretado y delicioso trasero del condenado, me frustra enormemente.

Paso saliva a la vez que miro el rostro del peliverde. El maldito duerme tranquilamente, para él parece ser suficiente lo antes mencionado. Lentamente retiro la sabana que cubría el cuerpo desnudo del pecoso, se deja ver su figura levemente musculosa, estos cinco meses de embarazo no pudo ejercitarse, un estomago levemente abultado, que provocó un gruñido de mi alfa, su miembro dormido y las piernas llenas de marcas de mordidas y chupetones.

El aroma aumentó súbitamente y llenó la habitación.

-"No aguanto más"- pensé. Le abro las piernas y dejó su entrada a la vista, el origen del aroma.

Acerco mi rostro a ese lugar y verifico si Izuku seguía dormido, lo estaba. Olfateo su entrada, me intoxico con su esencia, y le doy una lamida. Un sonido escapa de la boca del peliverde, pero no parece despertar. Lamo una y otra vez ese lugar, los leves gemidos de Deku logran incitarme a más. Lo penetró con mi lengua y escucho un jadeo fuerte, pero no me detengo. Su sabor es delicioso y su entrada esta húmeda y apretada.

Levantó la cabeza y veo su falo completamente erecto ante mí. Lo tomó en mi boca y bombeo con fuerza. Quiero todo de él, cada parte de él me pertenece, sus lágrimas, su sudor, su sangre y su semen. Quiero ver su rostro, este está sonrojado y un par de adorables lágrimas se asoman por sus pestañas.

Cuando estoy a punto de hacerlo eyacular veo algo que me sorprende. De sus pezones sale un líquido semi transparente, su leche. Mi alfa enloquece, eso era algo que todavía no me pertenecía.

Me incorporo y apoyo las manos y rodillas a su alrededor. Beso su estomago con una extraña calidez en mí y me inclino sobre su pecho y succiono de su tetilla izquierda, su sabor es dulce y genera un sentimiento de posesión de mí. Pellizco su pezón derecho y lleno mi mano de su leche.

Llevó mi mano lubricada a mi miembro y lo masajeo. La boca de Izuku lanzaba gemidos fuerte cuanto más fuerte succionaba. Una loca idea paso por mi cabeza.