Jungkook había arrancado la camioneta de inmediato ese viernes por la noche cuando Jimin logró subirse con una mochila colgando de su hombro derecho. Mochila que llevaba sus pertenencias, lo necesario para alejarse unos días de lo tóxico que era su hogar actualmente.
Las risas de ambos por haber logrado su cometido era lo único que quebraba el silencio en el ambiente cálido dentro de la camioneta. Habían querido tanto escapar del mundo juntos y finalmente lo habían conseguido. Había sido difícil, pero no imposible. Jungkook tenía un pensamiento tan pesimista y realmente sus nervios estaban a flor de piel cuando iba en busca de Jimin. Ambos habían comentado el plan esa misma tarde en su hogar, mientras hacían boberías como verdaderos niños pequeños antes de que sus padres llegaran y temían que resultara mal.
Jungkook pensaba a cada segundo tortuoso que desaparecía, que terminaría arruinándolo. De seguro, por culpa de ello, no podría haber visto a Jimin nunca más, ni siquiera su rostro por última vez.
Donde sintió que su cuerpo pudo relajarse, cuando sintió que su alma se alivió por completo, fue cuando su novio sonrió para él. Mostrándole aquella sonrisa adorable que dejaba paz sembrada en su corazón como si hubiera escuchado cada una de sus preocupaciones y le hubiera acurrucado contra su pecho, repitiéndole que todo estaría bien, que juntos podrían incluso superar al mundo entero.
Un camino exacto era lo que menos buscaban; sólo querían estar al lado del otro, sin que nadie les apuntara con el dedo, sin que nadie les dijera que amarse estaba mal. Harían locuras, beberían hasta el amanecer y se drogarían hasta perder la consciencia, hasta el punto de reír incluso viendo el manto oscurecido fuera del alcance de ambos siendo adornado por las más bellas estrellas existentes.
Jungkook mantenía un trabajo a los diecisiete años de edad. Gracias a algunos contactos había conseguido un trabajo como empleado de un local de comida rápida y sinceramente, no era lo mejor, pero le ayudaba a sobrevivir y a estar fuera de ser mantenido por sus padres. Pero por más que estuviera libre de aquello, aún el dinero no era suficiente como para poder tener un espacio solamente para él y su novio o en simples palabras, marcharse de aquella ciudad, porque también quería alejarle del infierno en el que vivía a diario.
La definición de sus padres era tan simple como ser personas de mente cerrada y estrictos. Ni siquiera le miraban a la cara cuando tenían que comer reunidos. Pero de igual forma, todo estaba mejor de esa manera. Era eso o que le hablaran casi a gritos y le recalcaran más de un millón de veces la vergüenza que era. Claro, según ellos.
Era gracioso. Su madre le era infiel a su padre y aparecía frente a sus narices con una biblia en mano casi gritando a los cielos que él estaba en enfermo y que era una atrocidad.
Quedaría siempre en su memoria cuando su progenitor le levantó la mano por primera vez a sus dieciséis años junto a Jimin, cuando lo presentó como su novio luego de haberlo ocultado tanto tiempo. No sabía siquiera como se le había pasado por su mente la idea de presentarselos, pero había juntado todo el valor que pudo y aún así, terminó de la peor forma.
Jungkook creyó que podía confiar en él. Siempre le había demostrado ese cariño y confianza paternal que había necesitado en todo momento, ¿Por qué habría de ser diferente sólo porque era feliz amando a un chico? No lo comprendía.
A Jimin le habían gritado groserías, casi echándolo a patadas. Decir que Jungkook estaba furioso en ese momento, era poco. Su sangre estaba hirviendo. Jungkook había recibido una segunda bofetada, antes de que su padre se atreviera a tocar a Jimin con sus sucias manos.
A los padres de Jimin claramente no les habría importado aquella situación, eran casi iguales a sus progenitores. Le prohibían el hecho de salir de casa porque sabían a quién acudiría al poner un solo pie fuera. Le trataban mal cuando creían que era correcto hacerlo porque supuestamente así su hijo no se seguiría desviando del buen camino. En el mapa de aquella historia turbia creada por los padres de Jimin, Jungkook era la influencia maligna del más allá que había alejado al chico de todo lo "bueno" que le habían inculcado en su crianza.
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I LOVE IT : 愛を作る KM
Short Storyhaciendo el amor y amando. no hay tiempo para pensar en los demás, así que en este instante volemos muy lejos a un lugar que sólo tú y yo conocemos. ㅡ ✦ smut.kookmin ((one-shot)) † inspirado en "i love it" de DEAN y la canción y mv de tenny "159 c...