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2:00 a.m.1

-¡Jungkook!... ¡Ahhh!... M-Más... - Los gemidos del menor resonaban por todo el pasillo

-Ahh Minnie... - Gruño el alfa - Eres tan apretado...

-Jung... M-Me ven... - El omega no pudo terminar cuando estaba expulsando tiras de chorros de semen
Una estocadas más y Jungkook se vino más dentro del pequeño.

Jimin abrió los ojos de golpe y vio todo a su alrededor, estaba oscuro, la cama estaba vacía y hacia mucha calor.
Jimin se sintió frustrado, tenía una erección dentro de sus pantalones, tres meses atrás eran pesadillas acerca de su secuestro, pero repentinamente habían cambiado por sueño calientes con Jungkook.

Se dio vuelta quedando boca abajo, intentando volverse a dormir, ignorando su recién sueño pero no supo en que momento estaba moviéndose de arriba abajo haciendo que su miembro erecto hiciera fricción con el colchón y sintiera sensaciones que le hacían comenzar a gemir, primero bajo hasta terminar casi en gritos.

La habitación de Jungkook estaba tranquila hasta percibir el olor del omega, estaba pensando ignorarlo pero la esencia se hacía más intensa, Jungkook casi se muere, por el olor y placer, además de la rabia que nacía muy, pero muy en el fondo de su corazón por hacerlo levantar a semejantes horas de la mañana, ósea, que persona se levantaba a esas horas con semejantes pasiones.

Jimin.

El pelinegro se levantó algo perezoso guiándose por el fuerte olor, cada vez que se acercaba se hacía más fuerte aquel olor a vainilla, mezclado con sudor y un avistamiento de un orgasmo bien placentero.

El alfa se detuvo frente a la puerta del menor y puso la mano en la perilla, la giro con ansia pero al mismo tiempo con lentitud, al abrir la puerta se encontró con una escena muy satisfactoria para su salud mental.

El pequeño se restregaba sin cesar en el colchón, elevando su trasero como si no hubiera un mañana, bueno ya era mañana pero hay que meterle la trama.
Jungkook se recostó en el marco de la puerta con los brazos cruzados y una sonrisa ladeada. Jimin tenía en sus pequeños puños en las finas sabanas mientras las tiraba con fuerza, su cuerpo temblaba gracias al orgasmo que estaba teniendo y su pelo se pegaba a la frente llena de sudor.

Todo estaba tranquilo, Jimin había logrado su "objetivo", este estaba a punto de quedarse dormido cuando Jungkook por fin hablo.

-Que interesante show - Jimin abrió los ojos sorprendido, casi se le salen de sus cuencas - ¿Aplaudo o continuo con el espectáculo?

Este hundió su cabeza en la almohada, su cara hervía de la vergüenza y aunque la habitación estuviera casi oscura a no ser por la luz de la luna que iluminaba como un farol, la cara de Jungkook era todo un poema, y no de esos de angelitos de la guarda.

-Te hice una pregunta – Jungkook ya había cerrado la puerta y ya estaba rozando la tela de los pantalones del menor.

-Y-Yo... - ¿Que hacia? Jimin no quería cagarla más de lo que ya había hecho, todos estos meses fueron puros gritos que casi infartaban al mayor, ahora eran gemidos descontrolados que lo hacen encenderse, eso de que la vida da vuelta de 180° se lo tomaron muy en serio.

-Tu a veces eres un pervertido de mierda - Explico Jungkook - ¿Quién carajos se levanta a esta hora tan caliente? - El silencio gobernó la habitación, Jimin no se atrevía a hablar - ¡Solo tú, Jimin! ¡Carajo! ¡Mírame que te estoy hablando!

Apenado se volteo encarando al alfa, este se subió y se ubicó sobre el rubio.

-Di algo - El alfa susurro con la voz ronca - No te quedes callado

You Are The First (Kookmin) 💜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora