→Just Love.← [One-shots y canciones; multifandom]

"Demons", Tomco.

"Todos los días son fríos, y las cartas están marcadas, y los santos que vemos están todos hechos de oro."

Exclamó el demonio.
Acariciaba la morena de piel de su humano, mientras miraba por la ventana en busca de una respuesta. ¿Estaba mal escabullirse en las noches a la habitación de aquel humano?.

Estaba mal.. Traicionar a sus padres.

¿Estaba mal?.

"Cuando todos tus sueños fallan y a los que clamamos son los peores de todos."

Mencionó el castaño, acurrucando su cara a el pecho de el demonio.

¿Estaba mal mentirle a su mejor amiga?.

Estaba mal estar con Tom.

¿Estaba mal?.

Los sueños de ambos no se cumplieron.. Pero optaron por conseguir otro sueño.
Un sueño que juntos cumplirían.

Huir juntos.

"Quiero esconder la verdad.. Quiero ser tu refugio pero con la bestia dentro, no hay lugar donde podamos escondernos."

Suspiró el demonio, queria irse, olvidar a todos, vivir y amar a su humano.

Amaba a Marco.

Pero.. Bien sabia que habia algo dentro de si que no podia dejar escapar.

Era un demonio, perdería la cordura tarde o temprano.

Esto, lo agobiaba.

"No importa lo que engendremos, aún estamos hechos de codicia."

Exclamó el humano, mirando fijamente a los tres ojos de el contrario.

Él estaba dispuesto a todo por Tom. Dispuesto a aguantar a sus demonios.

Dispuesto a amarlo.

"Cuando sientas mi calor, mira dentro de mis ojos, es donde se esconden mis demonios."

Previno el demonio, su humano era testarudo, él era temperamental.

No queria lastimarlo, queria amarlo.

Pero la realidad, era distinta, ¿no es así?.

"No te acerques tanto.. Dentro está oscuro.. Es donde se esconden mis demonios."

Exclamó al borde de el llanto.
Marco habia hecho enojar a Tom.
El demonio no supo lo que hacia.
El demonio lastimó a el humano.

No un humano cualquiera.

A su humano.

"Cuando cae el telón, es el final de todo.
Cuando las luces se apagan, todo l pecadores se arrastran"

"Así cavaron su tumba y la mascarada vendrá gritando por el desastre que hiciste."

Exclamó el padre de el demonio, si, muchas cosas habían pasado.. ¿Como pudo hacerlo?.. Como el demonio pudo matar a su humano.

Lo amaba con todo el corazón.. Lo amaba demasiado.. Pero la bestia que llevaba dentro era un peligro para ambos.

Tom perdió dos cosas esa noche.. El control y a su humano.

"No quiero decepcionarte.. Pero estoy atado a el infierno.
Aunque todo esto es por ti.. No quiero esconder la verdad."

Tom lloraba en la tumba de su humano, estaba cansado de ser la bestia que todos temían..

La bestia que mató a su humano.

"No importa lo que engendremos.. Aunque estamos hechos de codicia.."

Repitió las palabras de Marco aún con los ojos llorosos, se levantó y miró hacia la princesa.. La princesa que lo odiaba demasiado.

La princesa que también amaba a su humano.

La miró con los ojos llenos de lágrimas, ella no paraba de culparlo.

Aunque Marco ya no estuviera aquí.. Él cumpliría su sueño.

Él escaparia.

"Esta es la llegada de mi reino."

Exclamó por última vez hacia la princesa, el demonio solo escapó, se iría y dejaría a todos.. Él debía controlar a la bestia que vivia dentro de él.. Pero ya no quería lastimar a nadie.

"Cuando sientas mi calor.. Mira dentro de mis ojos..
Es donde se esconden mis demonios".

Dijo por última vez, recordando la promesa que hizo con su humano.

Nadie podia amar a un demonio.

Pero alguien si lo hizo.
Marco Días.

El humano que logró ver mas haya que un simple demonio.

El humano que siempre vivirá en su corazón.

"Es donde se esconden mis demonios".
-Tom Lucitor.

↑La canción, ajio. ↑