Notas de Madrugada [Captain Tsubasa]

2. Stefan y Débora.

Dibujo de portada de capítulo: Lily de Wakabayashi.

2. Stefan y Débora.

Stefan.

30 de junio. 04:33 hrs.

Buen día, Deb.

Sé que estoy escribiéndote muy temprano pero en estas épocas del año la luz del sol no se va de aquí en ningún momento, por lo que siento que es hora de ponerme a hacer algo de provecho. Y nada más provechoso que escribirte a ti, por supuesto. No ha pasado mucho tiempo desde que nos vimos por última vez y no falta mucho para que vuelva a verte pero tengo que admitir que, vaya, te extraño.

Ehh... ¿Sabes lo que son las Noches Blancas? Creo que te he hablado de ellas alguna vez... En el norte de Europa, cercano al solsticio de verano, es decir al 21 de junio, el sol no se oculta por completo y tenemos luz toda la noche. Para los que nacimos y nos criamos en esta zona no es algo fuera de lo común, pero para la gente que no es de aquí éste es un espectáculo digno de ver, suele haber una cantidad moderada de turistas y se realizan algunas festividades aunque no son tan grandes como las que hacen en San Petersburgo, que hasta un festival tienen con ese nombre. Para mí es algo normal este asunto de las Noches Blancas a pesar de que en Estocolmo no es tan marcado como en otras zonas, pero ahora estoy en Kiruna pues he venido a ver a mis abuelos y aquí sí que se aprecia muy bien este efecto. Por cierto que mis abuelos están tan acostumbrados a la luz extra que pueden dormir sin problemas, yo te confieso que me he adaptado tanto a Alemania que en los primeros días necesité un, no te vayas a reír, antifaz para poder conciliar el sueño. El abuelo me dice que me he "ablandado" y que a partir de ahora me va a obligar a venir a visitarlo por esta época del año para que vuelva a recordar lo que es dormir bajo la luz del sol. Quién sabe, quizás no sea tan mala idea, en dos años será el Mundial en Rusia y muchos partidos se jugarán en San Petersburgo en estas épocas del año, si no me acostumbro a dormir con el sol mi rendimiento podría verse afectado. ¿Tú qué opinas al respecto?

Nunca te lo he preguntado, ¿será que alguna vez quieras venir a ver las Noches Blancas? Podría traerte, si quisieras, mis abuelos estarían encantados de conocerte... Si tú quieres, claro, no te sientas obligada a aceptar sólo porque te lo estoy proponiendo, quizás no tengas ganas de conocer a mi familia pero podríamos ir a algún hotel para que no te sientas presionada... En fin, que tampoco tenemos que venir a Kiruna, podríamos ir a otro lugar como Laponia o San Petersburgo o donde tú quieras, vamos, que tampoco tienes que ir conmigo, podrías ir tú sola o con alguna de tus amigas...

Ehh, supongo que sabes que mi apodo, El Caballero de la Noche Blanca, viene de este fenómeno atmosférico aunque tampoco es tan difícil de adivinar, cualquiera que conozca un poco sobre los países nórdicos puede hacer la relación fácilmente. ¿Sabes? Quería hablarte de muchas cosas más importantes pero perdí el rumbo contándote una tontería, ¿podrás perdonarme? He escuchado pasos en la escalerilla y debe ser mi abuelo así que por el momento tengo que dejarte porque voy a ayudarlo en sus labores diarias.

Cuídate, Deb.

Débora.

1 de julio. 05:45 hrs.

Hola, Stef, ¿cómo lo pasas por allá?

Me emocioné mucho al ver tu nota, ¡tenía tantas ganas de que me escribieras! Pero no quería que te sintieras presionado a hacerlo así que decidí dejarte en paz mientras visitabas a tu familia en Suecia, me pone muy feliz que hayas pensado en mí. No te preocupes por la hora en la que me escribes, tú sabes que yo tengo turnos nocturnos así que estoy encantada de que me mandes notas a esa hora, puedo leerlas en un momento de descanso sin tener encima de mí a las entrometidas enfermeras que quieren que les cuente mi vida privada con lujo de detalles. Además, para mí también es más fácil contestarte temprano porque ya sabes que cuando llego a mi casa después de una guardia lo único en lo que pienso es en dormir. Sigamos, pues, con este tipo de comunicación, creo que incluso el asunto así se vuelve más íntimo, ¿no crees?