너를 기다리고있어. ;; Esperando por ti -KookV

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작별 인사
adiós.

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En el patio trasero de su casa, sentado sobre una suave tela celeste pastel que estaba apoyada en el pasto del jardín, se encontraba un niño pequeño, de no más de siete años, jugando de manera entretenida con sus juguetes, creando falsos diálogos entre sus peluches y muñecos.

Sus padres lo miraban desde el interior de la casa, sonriendo felices mientras veían a su pequeño hijo fantasear con su infantil inocencia.

—Taehyung, cariño, entra a casa ya, es hora de almorzar.

—¡Voy mami!

El pequeño castaño se levantó de su lugar llevando consigo a su peluche favorito, un peluche con forma de oso de un color verde claro, un color que le gustaba mucho a Taehyung.

Se sentó con cuidado en una de las sillas de la mesa, moviendo divertido sus piesitos, viendo como estos estaban muy lejos de tocar el suelo.

La madre de Tae sirvió tres platos, uno para cada miembro de la familia, mientras llamaba a su esposo para que este se acercará a comer. Ya sentados, la madre sacó un tema de conversación.

—He odio que ya hay una nueva familia en la casa de en frente.

El hombre de la familia alzó una ceja.

—No lo sabía.

—Llegaron hoy, aún están mudando sus cosas - Señaló hacia afuera de la casa, mostrando a través de la venta a un enorme camión de mudanzas acompañado de la nueva familia, que bajaba muebles y cajas de su interior.

—Quizás tengan un hijo de tu edad con el que puedas amigarte, cariño.

La madre miró sonriente a su pequeño, que tomaba de su jugo de naranja muy concentrado de no derramarlo. El castaño llevo sus oscuros ojitos hasta su madre, encogiéndose levemente de hombros a la vez que dejaba su pequeño vasito en la mesa. Su madre suspiró, sabía de sobra que Taehyung no era exactamente un niño muy sociable, y eso era raro, más que nada por su edad, donde los niños simplemente se dedicaban a jugar entre ellos.

A diferencia del resto, Taehyung siempre prefirió quedarse en el jardín trasero de su casa, jugando con sus peluches y muñecas, entreteniendose solo. En clases solía quedarse en el aula dibujando con sus crayolas mientras el resto de niños salía a jugar, a veces, incluso tomaba siestas en los pequeños recesos.

—Deberiamos ir a darle la bienvenida luego. — Sugirió el padre. La señora Kim asintió.

—Me parece bien.

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Ya de tardecita, cerca de las cuatro de la tarde, la señora de la casa había preparado unas ricas galletas para dárselas de bienvenida a la nueva familia.

Taehyung estaba sentado a su lado, con sus castaños pelitos desordenados y su suéter verde levemente desacomodado.

—¿Puedo comer una, mami?

—No cariño, son para los nuevos vecinos.

Tae hizo un tierno puchero. Cruzó sus brasitos sobre su pequeño torso, fingiendo estar enojado con su madre, la cual simplemente río y bajo a su hijo de la silla donde estaba.