Pure Blood | Yoonmin | Jimsu

I

- ¿Cómo vas con el informe Park?

Jimin levanto la vista su superior Kim SeokJin estaba en el marco de la puerta de la oficina del otro.

- Necesito revisar de nuevo el cuerpo de la víctima, hay algo que no me quedo muy claro.

- Habla con Jungkook, aún tiene el cuerpo en la morgue.

Jimin asintió levantándose rápidamente, tomo su chaqueta y salió de su oficina bajo la vista de su superior, que luego de perder de vista al pelinegro sonrió y se fue a su oficina.

Jimin llego a la morgue, debía sacarse unas cuantas dudas más antes de terminar el informe. Al entrar vio a Jungkook, el joven forense que estaba a cargo de los casos importantes de la policía, era el chico de confianza.

- SeokJin me llamo, dijo que necesitas echarle un vistazo al cuerpo. – Dijo el de cabellos castaños.

- Si, por favor muéstramelo.

Jungkook asintió, antes de jalar uno de los compartimientos en donde se encontraban los cuerpos.

Era una chica, bastante joven, piel pálida, labios violetas. Jimin tomo unos guantes y reviso los ojos de la chica.

- Blancos. – Dijo por lo bajo el pelinegro.

Reviso el cuello de la chica, tenía diferentes marcas, rasguños, mordidas, golpes. La pobre joven había sufrido bastante. Jimin necesitaba algo, pero no lo encontraba aun. Siguió revisando el cuerpo bajo la vista imperturbable de Jungkook, el cual había comenzado a comer algo de remen luego de sacar el cuerpo para su compañero.

- ¿Buscas algo específico? – Pregunto por fin el castaño al ver al contrario comenzar a frustrarse.

- Luego de revisarla ¿encontraste algo raro?

El castaño rebusco en su cerebro, y luego de unos segundos abrió sus ojos.

- Oh, sí.

Jungkook dejo el envase de remen en una de las mesas y se acercó al cuerpo, tomo unos guantes y con ayuda de Jimin voltearon el cuerpo. La mandíbula de Jimin casi cae al suelo, la espalda de la chica tenía palabras en un idioma desconocido para los dos chicos.

- Y esto significa... - Aquello había sonado más como una pregunta por parte de Jungkook.

Jimin se encogió de hombros, él tampoco sabía que era aquello.

- ¿Por qué no nos dijiste nada de esto? – Pregunto Jimin luego de tomar unas fotos.

- Esta tarde cuando viniste, solo tomaste el informe que hice cuando ni siquiera había revisado a fondo el cuerpo. Parecías muy apurado así que no le di importancia, luego de revisar el cuerpo y me di cuenta de esas letras quise llamarte pero sabía que vendrías por más información.

Jimin elevo una ceja mientras se cruzaba de brazos. Le molestaba que no se le informara a tiempo sobre las cosas, aquello atrasaba el caso y el joven detective no quería aquello.

- Bueno pero ya lo tienes ¿no? – Dijo Jungkook con mucha calma tomando de nuevo su envase de remen. – Se te hace tarde para ir a terminar tu informe.

El pelinegro bufo y salió sin decir más nada, Jungkook tenía razón debía apresurarse a hacer su informe. Al llegar a la estación, corrió hasta su oficina, lanzo su chaqueta a algún lugar y se sentó frente a su computadora, vio la hora en su reloj de muñeca, las 12:45 am.

Lo primero que hizo fue buscar el significado de aquellas palabras.

"Budem na teba čakať"

- ¿Eslovaco? – Dijo Jimin entrecerrando sus ojos.

"Te estaré esperando"

El pelinegro sintió un escalofrió recorrerle toda la espina dorsal. Incluso se sintió vigilado, comenzó a ver hacia todos lados.

- ¿Qué mierda?

Jimin se levantó y se asomó por la puerta, no había nadie en el oscuro pasillo, luego vio por la ventana de su oficina, la calle estaba igual de vacía, solo una luz iluminaba la oscura calle.

El ambiente estaba comenzando a volverse bastante tétrico. El pelinegro sacudió su cabeza tratando de dejar de lado cualquier pensamiento estúpido. Volvió a sentarse frente a la computadora y comenzó a revisar las fotos que cuerpo.

Recibió un correo de Jungkook con otras imágenes más del cadáver. Mientras las revisaba, el pelinegro se sorprendió al ver otra cosa que no había notado antes, y quiso golpearse por ello.

Una marca en el muslo de la chica, eran dos puntos. Jimin inclino la cabeza hacia la derecha, luego hacia la izquierda. Los mismos dos puntos estaban en la parte trasera del cuello, esas no estaban tan visibles como las del muslo ya que el cabello de la chica las escondía muy bien.

El detective entro a internet, debía buscar más sobre esas marcas. Todos los resultados lo llevaron a una sola conclusión, el asesino era una especie de Vampiro o un fanático loco de estos.

Jimin termino de hacer el informe, lo dejo en su escritorio y salió de su oficina. Quería volver a la paz y tranquilidad de su casa. Su cabeza dolía al igual que su cuello, al llegar a casa tomaría un baño con agua caliente.

La estación de policías estaba casi vacía, Jimin se despidió rápidamente de algunos de sus compañeros y se dirigió al estacionamiento. La sangre se le helo por completo al llegar a su auto, el cual estaba bañado en sangre.

Jimin no quiso entrar en pánico, aquello podía ser una broma. Entro de nuevo a la estación y llamo a algunos de sus compañeros que estaban de guardia esa noche, para que lo ayudaran a revisar el área.

Al cabo de unos minutos, habían revisado todo el lugar y el auto del pelinegro, no había nada. Tal vez solo había sido una broma, como pensó Jimin, además de que eso fue lo que le dijo SeokJin antes de que el joven se fuese, claro está, luego de haber lavado la sangre de su auto.

Jimin estaba molesto ¿Qué clase de idiota hacia bromas de ese tipo? Y a un oficial de policía. El pelinegro golpeo el volante de su auto en frustración. Primero le toca un caso sobre un idiota obsesionado por los chupa sangres, y ahora otro idiota le rocía sangre a todo su auto.

En minutos llego a su casa, se bajó azotando la puerta del vehículo. Entro a su hogar lanzando su chaqueta, antes de entrar a su habitación soltó un suspiro, debía relajarse. Abrió con cuidado la puerta de la habitación, encendió la luz y comenzó a buscar algo de ropa para dormir.

Mientras tomaba una ducha decidió olvidarse de los problemas del trabajo. Así debía ser, al llegar a su hogar debía dejar atrás todo y concentrarse en relajarse. Lagrimas comenzaron a rodar por su rostro sin permiso, y fue hasta que un fuerte sollozo salió de su boca cuando se dio cuenta que estaba llorando.

Te extraño.

Jimin recordó a su hermano, aquella regla de "olvidar todo lo malo luego de llegar a casa" había sido impuesta por él. Habían pasado 2 años desde su desaparición, no había rastros de nada. Simplemente se lo trago la tierra.

Luego de calmarse un poco, cerró la llave y salió del baño solo con un pantalón de pijama. Apago todas las luces, no tenía ni siquiera ganas de comer. Se recostó en su cama tratando de conciliar el sueño.

Su cuerpo se sentía bastante liviano, pronto caería rendido a los brazos de Morfeo. Fue cuando sintió algo pesado recostarse al otro lado de la cama, quería voltearse pero le era imposible. Sintió como cada vez se acercaba más a su cuerpo, una caricia en su espalda hizo que sus vellos se erizaran.

Frio.

Sea lo que sea que lo estuviese tocando, estaba completamente helado. Fue entonces cuando sintió su sangre helarse por completo y su corazón detenerse para comenzar a latir con más fuerza, la lengua del intruso comenzó a delinear la oreja del pelinegro.

- El juego empieza.