Where were you in the morning?

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Cuando Steve se levantó muy temprano por la mañana para salir a correr, el otro lado de su cama estaba vacío.

Pensó que Natasha estaría en el baño, pero no, no había rastro de la presencia de la Viuda Negra en su habitación.

Tal vez había sido una mala idea haberle tomado la palabra a Romanoff mientras estaba ebria:

Recordaba como la vió dando tumbos por el pasillo con una botella de whisky en cada mano vestida con un largo camisón negro y los ojos llorosos.

No la culpaba, ella le había confesado sus sentimientos a Bruce y él había huido tras lo pasado en Sokovia sin decirle nada, ignorando lo dura que era Natasha con sus sentimientos y la dejó bastante afectada.

—Steve —murmuró ella acercándose a él—. Steve, Steve.

Lo envolvió en sus brazos como una niña pequeña después de una pesadilla y soltó un casi inaudible sollozo.

—¿Widow? —Rogers estaba extrañado, no la había visto así nunca. Ni siquiera cuando Wanda se había metido en su cabeza.

Natasha no respondió, se quedó ahí abrazándolo y sollozando.

—¿Qué hay de malo en mí? —preguntó cuando tuvo el valor de hablar—. Sé que mi pasado no es bonito, pero el de Bruce tampoco lo es. Pensé... —tragó saliva—. Pensé que él me entendería.

—Él sólo estaba confundido, Natasha —la consoló el Capitán—. No hay nada malo contigo.

Steve se puso su ropa deportiva y salió de la habitación, preparándose para su rutina matutina.

Se sentía dolido, sí, pero también culpable. No debió de hacerle caso a Widow, estaba ebria, era de mala educación aprovecharse de una mujer en el estado en el que Natasha se encontraba.

—No lo parece —Romanoff lo miró a los ojos—. Soy una asesina.

—Natasha...

Widow lo calló estampando su boca contra la del Capitán, recibiendo una nula respuesta de su parte.

Romanoff —Steve la separó de sí. La Viuda Negra tenía los ojos llenos de lágrimas.

—Por favor, Steve —se soltó a llorar—. Por favor, quiero saber si alguien piensa que no hay nada malo conmigo, por favor.

—No lo hay Natasha, ya te lo he dicho.

Demuéstramelo —susurró volviendo a trabar su boca con la de Steve.

De ahí en adelante eran imágenes de las que el Capitán Rogers se avergonzaba, ¿cómo pudo hacer eso? ¿cómo pudo estrecharla en sus brazos como si fuera la suya, si no lo era? ¿Cómo se atrevió a deshacerse del camisón y de su ropa mientras la recostaba en la cama?

Rogers se sentía apenado con Natasha, pero también confundido, él había sentido algo mientras la abrazó en medio de la noche cuando todo hubo terminado, no estaba seguro de que era, pero era algo.

Salió a correr como siempre, olvidándose de los tormentosos recuerdos y tratando de convencerse que sólo había sido parte del momento.

En todo el día, la Viuda Negra no salió de su habitación, además de tener una resaca de campeonato tenía miedo de ver a Steve. No se había disculpado con alguien en mucho tiempo y le aterraba perder la amistad de Steve por un desliz de borracha.

Porque eso fue para ella: un desliz, un error, un muy grande error.

Se mantuvo todo el día en su recamara, a oscuras y entre las sábanas, buscando las palabras para decirle al Capitán Rogers cuanto se avergonzaba de sus acciones.

Cuando pensó que todos estarían dormidos, se atrevió a ir a la cocina por algo que comer pero no contaba con que Steve estaba ahí, bebiendo café con desgano. Trató de irse antes de que él notara su presencia pero ya era tarde, Steve ya la había visto.

—Natasha —la nombró cuando ella se dió la vuelta.

—Buenas noches, Steve —dijo cerrando los ojos y suspirando.

Giró y se encaminó al refrigerador, buscando una excusa para no ver al Capitán a la cara.

—¿Dónde estabas por la mañana? —le preguntó Steve con cautela.

Justo la pregunta que la agente Romanoff no quería escuchar.

—Oh, ya sabes, en mi habitación, todo bien, ¿por qué? —contestó de manera atropellada.

—Curiosidad —se encogió de hombros.

El silencio invadió la cocina, y no era un silencio cómodo, era uno denso y lleno de tensión.

—De acuerdo —espetó Natasha—. Lo de anoche nunca pasó, fue un error, no estaba pensando con coherencia, me dejé llevar.

Steve la vió y asintió quedamente.

—Justo lo que estaba pensando —mintió Rogers.

—Bien, me alegra saber que no soy la única que piensa así. De verdad lo lamento, Cap.

—No hay problema Widow, fue una equivocación.

—Quedará en el olvido, ¿vale?

Natasha estaba aliviada cuando regresó a su habitación, según su parecer, no habría podido salir mejor.

Sin embargo, Steve seguía confundido, tratando de creer que realmente fue un error cuando él no lo sintió así. Pero no podía hacer nada, todo estaba "aclarado" y así se quedaría.

Natasha lo había dejado sin alguna advertencia.

Y ahora tendría que vivir con ello.

N/A
SE ME OCURRIÓ ESTO DURANTE UNA CRISIS LMAOOOO.
Sigo haciendo los extras de ECDTS, la prepa me consume, perdón.
¿Alguien que se ofrezca a hacerme una portada para esta historia? Por favor :(
Besooos💗
Lissa fuera 🍒

Where were you in the morning?//RomanogersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora