Cita a Ciegas | Yoonmin | Jimsu

Capítulo 1

- Hyung tengo buenas noticias. – Dijo el chico de cabello rojizo mientras se sentaba en el sofá de su pequeño departamento.

- Hoseok, ya te he dicho que no quiero participar en esos planes raros que cruzan tu cabeza cada dos segundos. – Espeto el de cabello negro.

- No digas que no si no lo has probado. – Dijo el otro tomando su laptop de la mesa pequeña frente a él. – Taehyung y yo organizamos una cita a ciegas.

- Bueno, luego me cuentas como te fue.

El mayor se levantó de su asiento y comenzó a caminar a la cocina del apartamento que compartía con su mejor amigo de la infancia, Jung Hoseok, el mismo que cada semana le pedía a su mejor amigo que comenzara a conocer a más personas, que no soportaba ver la cara larga del mayor todos los días. Pero es que el contrario a diferencia del pelinegro, irradiaba felicidad por los poros. Los dos chicos eran polos opuestos, tal vez por eso congeniaron bien desde el primer día que se conocieron. ¿No dicen que los polos opuestos se atraen?

- La cita no es para mí. – Respondió Hoseok dejando la laptop a un lado y corriendo detrás de su amigo.

- Ah bueno, entonces me cuentas luego como le fue a Taehyung.

- Aish Hyung. – Hoseok entorno los ojos. – La cita es para ti.

Yoongi se ahogó con el jugo que estaba bebiendo. Se giró hacia el pelirrojo y quiso ahorcarlo en ese momento, ya no le importaba quedarse sin roommate, luego pensó que era muy joven para ir a la cárcel y se le paso.

- Hoseok, no necesito ir a una cita. – Dijo sin más dándole la espalda de nuevo.

- Claro que la necesitas, además sé que te gustará.

El pelinegro volvió a mirar a su amigo, elevo una ceja y sonrió.

- ¿Hablas de la cita o de la persona con la que voy a la cita? – Dijo burlón el mayor.

- Eso solo dependerá de ti. – Respondió Hoseok sonriendo de igual forma.

- Hobi, sabes que mis gustos son bastante... ¿complicados?

- Hyung no te preocupes, Taehyung me hablo de un amigo suyo.

Yoongi dejo de sonreír al oír aquello. ¿Amigo de Taehyung? El pelinegro no era muy cercano al amigo de Hoseok, pero siempre escuchaba las historias que este le contaba sobre el otro. Taehyung parecía ser un chico bastante extraño y extravagante, era de cierto modo muy parecido a su mejor amigo. Yoongi solo lo había visto unas cinco veces como máximo pero casi nunca entablaron conversaciones extensas.

Lo primero que paso por la cabeza de Yoongi fue que tal vez ese "amigo de Taehyung" era bastante – MUY – parecido a su mejor amigo o al amigo de este, y eso no le llamaba mucho la atención. Los gustos de Yoongi se basaban en cosas que el clasificaba como simples. Le gustaban las personas que tuviesen gustos similares a los suyos, y un ejemplo de estos era la música clásica; ya que él era pianista del mismo género, le gustaba una persona tranquila y que supiera disfrutar de los pequeños placeres de la vida, una salida a tomar un café a un lugar donde no hubiese mucha gente, o simplemente ver una película en la tranquilidad de su hogar.

- ¿Amigo de Taehyung dices? – Dijo Yoongi terminando de procesar todo.

- No te preocupes Hyung, este chico tiene todo lo que te gusta. – Dijo Hoseok con una gran sonrisa en su rostro.

- No quiero sorpresas Jung Hoseok. – Dijo Yoongi cruzándose de brazos. – Dime ¿Cómo es?

- ¿Quieres que te de un adelanto?

Yoongi asintió sin dejar de cruzar sus brazos. El pelirrojo comenzó a reír.

- Este chico misterioso... - Hoseok se quedó callado como si pensara lo que iba a decir a continuación. – Es bailarín de danza contemporánea.

- ¿Danza contemporánea? – Pregunto Yoongi con una ceja elevada.

- Si, ya sabes... esa donde bailan... ¿contemporáneo? – Hoseok ni siquiera sabía que era lo que estaba diciendo.

Yoongi bufo descruzando sus brazos y dirigiéndose a la nevera por algo de comer. Mientras estaba en su labor, escucho una música suave invadir sus oídos. Se dio la vuelta viendo a Hoseok sostener su celular hacia el mayor.

- Esto es la danza contemporánea. – Dijo el pelirrojo y Yoongi quedo embelesado viendo el video que se reproducía en el aparato.

Sin decir nada tomo el celular de su amigo, sintiéndose embriagado por la música hermosa que sonaba, mientras veía como un niño a un dulce, los pasos de baile de las personas en la pantalla.

Es simplemente perfecto.

Pensó el pelinegro. Ahora definitivamente tenía ganas de conocer a su supuesta cita, si aquel chico bailaba esa música tan hermosa, y realizaba esos movimientos tan sutiles, definitivamente debía ser conocido por el chico de piel pálida. 

EvilSope