Las espinas de una Rosa.

1.El tallo de toda flor

Ah, otro día de mierda. No dejo de pensar en aquella lúgubre noche en la cual sentía que el mundo era amable.
Debería empezar esto por el principio; Soy Natasha, debo estar loca para platicar conmigo misma, pero, talvez esta sea una buena oportunidad para dejar atrás las heridas mortales que me ha dejado la vida, año tras año, noche tras noche.

Solo soy una persona en este mundo de mierda, que espera sobrevivir a las estructura social reprimida, y lastimada por rectores estrictos, aunque también le llaman "escuela".

Uno de los errores que me marcan y me recuerdan el sufrimiento que he pasado y que pasaré, es el hecho de enamorarme de mi mejor amiga. Así es, soy Lesbiana.
A estas alturas no sé sí es un defecto o cualquier cosa grata que haga parecer lo contrario, ahora sinceramente no sé diferenciar entre una y otra, el ser lesbiana implica demasiadas cosas. Una de ellas es el temor a ser rechazada, tanto por mis padres como por esas crueles personas a los que suelo llamar "amigos".
Demonios, debo estar completamente loca para decir la verdad, aun con el conocimiento de los que esto provocará en mi cordura, sí es que tengo.
Ni siquiera sé que es la maldita cordura ¿talvez sea por la ausencia de ella en toda mi personalidad?.

Ahora se estarán preguntando

¿Quién es mi mejor amiga? ¿Qué es lo que me pasa?.

Solo tengo aliento para describir la transformación de la sociedad constituida en una sola persona; Valery. Valery es una mujer que nunca se ha apartado de mi lado, aun cuando el lado sombrío y estruendoso del tiempo transcurrido poco a poco por el mundo, se centra en mi. Supongo que es una de las cosas a las cuales me orillaron a quererla de una forma diferente a como la quería anteriormente.

Creo que necesito dormir, mañana hay clases y la vida es dura cuando hay examenes finales de octavo grado, solo es una facción que hace más mierda el momento de felicidad.