Arrinconada, justo en la mira de una ballesta, es así cómo describiría mi vida, pero vamos, ¿Que es la vida sin un poco de riesgo? Habrá quien piense que me gustan los problemas, estar al borde de la muerte o como suelen llamarme una "delincuente", son muchos los problemas en los que me he metido en los últimos años, aunque para ser honesta, en gran parte solo deseaba ser aceptada, saber lo que se siente tener amigos, quizá hasta una pareja, mi nombre es Aalis, aunque para estar a punto de morir no creo que importe mucho. Tengo 28 años, soy huérfana, o eso me dijeron, un día desperté y no había nadie en mi casa, no tengo muchos recuerdos de ese incidente, era muy pequeña, lo que recuerdo bien es que tuve que apañármelas yo sola, fue difícil, pero aprendes a valorar muchas cosas, sobre todo la palabra amistad. En fin, deja que os cuente mi historia...
Creo que todo comenzó desde hace 5 años, (1,230 dc) me encontraba en los límites de Sharp caminando hacía Lorent cuando por el sendero veo un jovencito llorando, recuerdo que no era mayor de 18 años, se miraba muy desorientado, tenía su escudo muy dañado, y su yelmo yacía en el suelo, quizá lo mejor era ignorarlo, no necesitaba más problemas, pero no pude ignorarlo.
Jovencito: ¡Ayúdeme! Se lo imploro, por Valtus, o tendré que matarle...
Aalis: Mi nombre es Aalis, soy viajera, mocoso, no quiero tener que hacerte daño, así que rápido dime ¿Qué os sucedió?
Jovencito: Unos bandidos me han secuestrado, me han dejado en este sendero a mi fortuna.
Aalis: Ya veo, ¿Tienes a dónde ir?
Jovencito: No puedo regresar, si vuelvo me mataran...
Aalis: Si quieres me puedes acompañar hasta Lorent, después seguirás tú propio camino.
Jovencito: Gracias, mi nombre es Godwin, era un caballero de la guardia real, pero por... Nunca fui muy devoto al Rey (Mostrando una sonrisa en su rostro).
Aalis: ¿Estás herido?
Godwin: No, solo estaba un poco desorientado.
Aalis: Dirás, llorando.
Godwin: Como sea, mejor avancemos que pronto anochecerá y a no ser que entre tu peto tengas escondido un par de tremis contigo, tendremos que acampar.
Aalis: Si tuviera oro no viajaría a pie, deja de decir tonterías y vayámonos.
El camino de Sharp a Lorent no era muy peligroso, me pareció muy falsa la historia de Godwin, puede que me esté mintiendo inclusive puede que no sea ni su nombre verdadero, pero de momento no tengo más opción que llevarlo conmigo, siempre es preferible tener más de una espada contigo.
Los grandes espacios abiertos y el pequeño río son característicos del camino a Lorent, en el pasado, había querido construir una casa pequeña aquí, es un buen lugar para sembrar, la vida no es tan complicada. Pero nunca me di el tiempo necesario para asentarme en un lugar, he vivido en las 9 comarcas, pero en ninguna me he quedado lo suficiente como para asentarme. Cada comarca se caracteriza de la otra por su producción, alimentación o por sus construcciones.
Es así como funciona el mundo, el comercio, explotas lo que otros no pueden y compras aquello que no puedes crear. He tenido mis diferencias con algunos reyes, digamos que sé cómo romper las reglas.
Cada vez estamos más cerca de Lorent, posiblemente lleguemos al amanecer, pero mi compañero parece estar agotado de tanto caminar.
Aalis: Nos quedaremos en aquellas caballerizas, el dueño es amigo mío así que no tendremos problemas.
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El último aliento
Teen FictionAalis una joven de 23 años de edad se mira envuelta en un caos, su vida nunca fue fácil, siempre vivió para sobrevivir y no para vivir. En un lugar donde se rigen por el apellido y los intereses en común Aalis aprenderá que no todos los buenos lleva...