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CAPÍTULO 0: ENCIERRO

La academia Telegram es una escuela privada que se ubica en Murcia. Tenía fama por ser una escuela llena de pijos, o como los indies lo llamarían, normies. Probablemente cualquier persona que viva en el barrio te podría contar una experiencia con alguno de sus estudiantes, en ningún otro lugar se había movido tanta droga, o habían tantos traperos por metro cuadrado. Era el grupo que dominaba aquel lugar, era. Los directores tuvieron que poner cartas en el asunto, haciendo una limpieza y una selección de alumnos más exclusiva, porque su cifra de repetidores crecía por año, algo que como colegio privado no podían permitirse. Entonces, los cursos más bajos iniciaron una revolución, intentando arrebatarle el poder a los normies. Se crearon muchos otros grupos basados en distintas subculturas de importancia (emos, otakus, influencers...), convirtiéndose en una verdadera batalla campal. La clase a la que nos remontamos, 2ºA, estaba plagada de gamers. Su rendimiento era bajo (de hecho, el peor de todo el ciclo), tal vez porque se pasaban el día entero discutiendo sobre Fortnite, sus skins, las novedades que introducían... Eran conocidos como "forniteros de x vida", bautizados por el que se conocía como líder de la clase. Simone era un chico problemático, tenía un gran historial de haberse metido en líos con otros alumnos, pero su maestría en el Fortnite era irrefutable. Manipulaba a los gamers básicos para tener todo a su favor, y fue quien acabó con la democracia del grupo.

Eloise estaba hasta el coño de ese grupo, y de Simone. Ella jugaba en la Playstation, pero todos eran de Switch. Eso no podía ser. Desde principio de curso se quejaba de que se habían equivocado con ella, que ella no tenía nada que ver con esa pandilla, pero las normas eran muy claras y estrictas, no podía hacer nada para cambiarlo. Forjó una reputación de ser una chica dura en poco tiempo, no toleraría pendejadas de compañeros. Sus pocos amigos estaban en el otro grupo 2ºC, así que no solía interactuar mucho con los demás de su clase, y se aplicaba mucho.

Fue durante la clase de Tutoría, aquella donde tenían la libertad de hacer lo que querían, cuando entró la directora. Todos habían formado grupitos para hablar de sus videojuegos, mientras que ella se aisló con los otros cuatro gatos que no sabían qué hacer. Como buena adolescente, se recostó sobre la pared y apoyó las piernas sobre la silla del pupitre libre que tenía a su lado. Mientras el profesor sudaba de todo, ella revisaba su perfil de Tuenti, la nueva red social de moda, atentamente en el móvil, que siempre llevaba consigo, cuando fue interrumpida por la directora. Todos, al verla cruzar la puerta, se dirigieron rápidamente a sus asientos en silencio. Le tenían mucho respeto a Kari, la líder suprema de aquel colegio. Detrás de ella iban dos chicos. Uno rubio, con una llamativa mecha rosa en el centro de su peinado engominado hacia arriba. El otro, mucho más alto y con un cabello azabache, tenía una expresión mucho más seria, intimidaba.

Kari: Amigas, les traigo a dos nuevos compañeros de clase. Vienen de Portugal, son nuevos en esto. Espero que les den un buen trato y les hagan sentir cómodos. :3

Kari: El de mi derecha se llama Seiso, aunque prefiere que le llamen Saso porque es la versión internacional.

Señaló al chico rubio a la vez que hablaba. Este llevaba unos zapatos amarillos, pantalones morados al igual que su camiseta, que vestía por encima de una camisa rosa. Parecía estar dormido, no estaba muy al tanto de la movida. 

Kari: El de mi izquierda es Silver, Silver Martínez, único e inimitable. 

Señaló al otro chico, no tenía pérdida. Vestía básico cuál Cepeda, con unas botas altas por encima de su vaquero, una camisa de manga larga roja y una camiseta de manga corta negra. Saludó a sus compañeros con frialdad.

Kari: Ya acabaron con todo su papeleo, y demás, así van a entrar directamente a estudiar con ustedes. Confío en que tengan una cálida bienvenida y solo les salgan buenas palabras cuando les toque describir su primer día. \(^-^)/