Estaba sentada en ese muro esperado. De verdad no pensé que esto pasaría.
Visitar un lugar para verlo era una situación que me ponía los nervios a flor de piel, está a mi lado...bueno sentado a mi lado.
No es como si estuviera, solo porque está sentado junto a mí, podría estar aquí y su mente volando por el espacio. Quizás cantando la macarena o pensando cosas realmente profundas.
Pero quien sabe.
Yo solo pienso en sus labios y en cómo se sentirían sobre los míos. Más cursi de lo que me gustaría, pero a mi inocencia le encantan imaginar ese tipo de cosas, simplemente porque le place hacerlo.
Esa estúpida, estúpida, estúpida...
Sabe muy bien que no me atreveré a hacerlo. Ja, la muy engreída, una vez más se burla de mí junto con la descarada dignidad que ha vuelto a rellenar el jarrón medio vacío.
Ni si quiera me importa, no es como si eso vaya a contar en algo, no lo voy a hacer sé que no lo hare y luego me arrepentiré, pero tener miedo ya es más habitual para mí, es cómodo y no deja que te arriesgues.
El miedo es una m*** por eso me arrepiento de todo aquello que no hice por miedo.
Quería besarlo, y sentir sus manos en mi rostro y el calor de sus labios y sentir su sonrisa mientras lo hacía. Ahora me arrepiento y la culpa por no hacerlo me persigue cada día.
Todo lo daría
Por volver a ese día
Donde tu mano encontró la mía
Mientras me sonreías
Ahora están lejanas
Todas tus palabras
Y es una lastima
Porque en mi corazón están clavadas
Heilyn M. R.
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A partir de mis letras
PoetrySentada en mi cama, o en alguna silla de escritorio frente a un teclado de botones negro y lineas blancas, vaciando cada una de mis sentimientos en una pagina de word, mientras escucho Jazz y veo mis uñas con el esmalte desgarrado y mi alma en pena...