La noche había llegado a Hyrule. Ambos, cansados y ostigados, decidieron frenar la marcha y descansar un rato. Acarició a Epona recibiendo su relinche en respuesta. El rubio sonrió dejando al animal sin ataduras, sabiendo que no se iría de su lado. Se sentó sacando de su mochila la madera y carbón que necesitaba para hacer una hoguera. Daba gracias que había decidido comprar el traje para el frío porque incluso con él puesto había dejado de sentir su rostro hacía bastante tiempo.
El fuego se encendió y suspiró agradecido de recuperar algo de calor. Exhaló sobre sus manos frías para luego extenderlas cerca del fuego, Epona se había acercado colocándose también junto a la hoguera. Link sacó algo de comida para Epona y para él de su mochila llena de utensilios, pocos minutos después se tumbó en el suelo para descansar hasta la salida del sol y continuar su travesía.
Se quedó mirando las estrellas. El cielo era tan oscuro... La luna era blanca y brillante a pesar de estar sola. Sola como él. Él estaba solo, no tenía nada más que unos escasos recuerdos de unas personas que habían muerto hace años.
Cerró los ojos y perdió la sonrisa, Epona lo acompañó con un bufido. ¿Qué sentido tenía todo aquello? ¿Para quién luchaba? ¿Por qué? Se sentía inseguro y le molestaba. Sabía que ese era su destino y estaba atado a ello, o eso le habían dicho.
[C]¿No tenía opción de elegir? ¿Debía escoger ese camino obligatoriamente?
De repente,tumbado en aquel suelo de tierra resguardado de la nieve, se sentía agobiado y atoxigado, sin aire. Abrió los ojos incorporándose, observando como Epona lo miraba como si le comprendiera, ella también pasaba por lo mismo. Se quedó mirando el fuego, la llama que permitía que pasara la noche sin morir congelado.
Por un momento deseó que se apagara.
No quería continuar luchando por algo que no sabía, por algo que ni tan siquiera recordaba ni tenía la certeza de que fuera cierto. ¿Ese Gannon era malo verdaderamente? Podían haberse aprovechado de él para mentirle. Observó el castillo, se diferenciaban a los lejos las sombras que lo consumían.
[C]¿Y si todo lo que le habían hecho creer era una vulgar mentira?
En esos momentos, Zelda debía estar reteniendo a ese supuesto mal con sus fuerzas. Aunqueblo que le hubieran contado fuera cierto, no estaba del todo seguro de lo que debía hacer ni como iba a hacerlo. ¿Era capaz acaso? Había estado durmiendo cien años, él debería estar muerto. Si no pudo cumplir con su destino en aquel momento, ¿por qué iba a poder ahora?
Sacó la piedra Sheika que siempre llevaba a mano, según Impa cabía la posibilidad de recuperar sus recuerdos. Se sintió mal consigo mismo, en el castillo se estaba llevando a cabo una batalla y el estaba perdiendo el tiempo en eso.
Pero lo necesitaba, necesitaba saber sobre sí mismo antes de hacer nada. Quería recordarlos a todos, a su familia, a sus amigos, a quienes habían luchado a su lado. Quería luchar por aquellas personas sabiendo quienes eran, quería poder decir en voz alta:
[C]Lo hago por ti, Zelda.
Epona se acercó a él, notando esas inseguridades que tenía. Lo arrullo levemente. «Ánimo, Link, yo estoy contigo», eran las palabras que su compañera le dedicaba.
—Gracias Epona, que haría yo sin ti—Link acarició su rostro y se levantó. El caballo se quedó quieto esperando a que el rubio se subiera, sabiendo que no podían detenerse por el bien de su amo y amigo—No nos rendiremos, podemos con esto—se motivo el chico, recuperando su sonrisa.
Al galope ambos se alejaron de la hoguera que ahora solo soltaba humo tras haber sido apagada. También temía recordar el pasado y descubrirse completamente solo de nuevo, pero tenía que tener valor, que ser fuerte, como sus antepasados lo habían sido.
Por el horizonte se asomó el sol, podía ver de fondo la montaña que se suponía le daría otro pedacito de sus recuerdos con la rubia. Esa chica que solo recordaba con un humor nefasto y una tierna sonrisa. Sonrió.
El cielo estaba muy bonito con ese color.
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Tentaciones
FanfictionCuando las prioridades están claras, las decisiones se hacen fáciles. Pero cuando lo único que sabes es que llevas durmiendo cien años y no tienes recuerdos de nadie a quien le importes ¿por quién luchas?