𝐕𝐞𝐜𝐢𝐧𝐨𝐬 -𝐞𝐥 𝐝𝐞𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞

19

Un año después...

Narrador omnisciente:

Avril: Malena anda a buscar a Tania a la terraza -le ordeno a su amiga la cual estaba con su novia en el sillón.
Está misma se levanto e hizo casó, subió los últimos tres escalones y se sentó alado de su amiga, la miro durante un rato, pero sin decir ni una palabra.
Malena se cansó de guardar silenció y tomo la iniciativa de hablar llamando la atención de la morocha.

Malena: Aun no entiendo como podes seguir así de mal por Martín.

Tania: Simplemente lo estoy y dejo un vacío gigante en mi corazón.

Malena: Te dejo por otra mina.

Tania: No fue aproposito... lo entiendo, yo también me fui por meses.

Malena: Fuiste por la salud de tu mamá Tania.

Tania: Le podría haber mandado un mensaje.

Malena: ¿Enserio no querés conocer a nadie? -Tania nego- okey... te llama Avril.

Tania: Ahora voy. -Malena se levantó y volvió a bajar, pero Tania se quedó pensando en todo durante un rato.

Luego de estar durante más de cinco meses con Martín decidieron estar juntos y ponerse de novios, a Tania le surgió un problema, por el cual tuvo que viajar a su pueblo para poder cuidar a su madre, lo que trajo conflictos en la relación, Martín al ver que Tania ni siquiera contestaba sus mensajes busco otra piba. Pero lo que aun no sabe Tania es que Martín sigue completamente enamorado y no deja de pensar en ella en ningún momento. Después de unos meses la mamá de Tania falleció dejando un vacío enorme en ella que no podía llenarlo con nada, esto le sumaba otro problema más.

Después de un rato Tania decidió bajar de la terraza, el único lugar que la distraía de todos los problemas.
Las puertas del ascensor se abrieron dejando ver a su vecino y ex novio con su nueva novia, y como hacen todos los días, agacharon la cabeza y hicieron como si no se conocieran.

Avril: No entiendo hasta cuando van a seguir engañando a su corazón... -dijo llamando la atención de la morocha.

Tania: ¿Perdón?.

Avril: Mírate, míralo, sufren los dos Tania, ¿Cuándo vas a tomar valor para hablarle?

Tania: Imposible Avru. El ya esta feliz sin mi.

Avril: No, no esta feliz. Habla de una puta vez de lo que te pasa.

Malena: Concuerdo.

Avril: Ahora entra que se enfrían las milanesas.

(...)

Narra Tania:

Termine de comer y me fui a acostar, las voces de mi cabeza no paran un segundo, y no me dejan dormir, intentó pensar en cosas positivas, pero se me hace imposible. Apenas son las cuatro de la tardé, y yo ya estoy acostada, y así estoy todo el día, voy de la cama a la terraza y de la terraza a la cama.
Mis amigas intentan ayudarme, y hacer algo al respecto, pero yo no quiero, es algo que voy a superar con el tiempo, me pasaron muchas cosas juntas.

Avril entro al cuarto llamando mi atención y logrando que deje de lado mis pensamientos.

Avril: Tani, te buscan. -la mire confundida- pasa. -entro Pedro con un gatito atigrado.

Pedro: Hola Tani, mira, es para que llene un poco el vacío que te dejaron ahí dentro. -apunto mi corazón y agarre el gato con lagrimas en los ojos, aparte de que estoy sensible, los gatos son mi debilidad.

Yo: Gracias -lo abracé. Pedro es un pilar grande en mi vida últimamente, me esta ayudando bastante con todo el tema, siempre que viene me hace olvidar un rato de todo y paso momentos increíbles junto a el.

Pedro: ¿Le ponemos nombre? -asentí- tiene cara de...

Yo: Estrella.

Pedro: Eeu si re va Estrella le re queda. -alzo a la gata y la acarició.

Yo: Gracias por todo lo que haces por mi Pedro.

Pedro: Para eso somos amigos, vení, abrázame. -me lancé a sus brazos sin pensarlo dos veces.