Familia Asesina [En Pausa]

"No es lo que quise decir"

Ha pasado un mes desde la muerte de Jackson, unas semanas desde su funeral y desde ese mismo día e tomado completamente el control del bar. E contratado a alguien para ponerse detrás de la barra con las demás mientras que estoy en mi "oficina" chequeando las cámaras y demás

–Adelante – dije al escuchar que llamaron a mi puerta, mi nuevo barman apareció

–Jefe, vengo a dar aviso sobre Perla, aún no se presenta – que chivata es pero por el mismo motivo lo contrate, asentí con un movimiento de cabeza y agarre mi movil para hacer una llamada

–Vale, te puedes ir – hice una señal con mi mano de que se retire y él obedeció de inmediato, sonaron dos pitidos en mi móvil hasta que contestaron

—Se que voy tarde

—Vale, tienes diez minutos para llegar

—Necesito que vengas por mi, no me dejan salir

—¿Tú crees que yo soy que? – arrugue el entrecejo y escuche a Perla suspirar

—Había olvidado que tú lado lindo se fue, pero de verdad necesito que vengas por mi

—Que te den

—¡Chad!

—Te llamo un taxi

—Si no vienes por mi... renuncio y le digo a las chicas que dejen de ir, ya sabes que la clientela va por nosotras, tú estúpido bar se iría a la ruina en segundos

—Te detesto, quiero que estés afuera – colgué antes de que dijera algo

Salí de mi oficina que fue construida hace no mucho, es pequeña pero necesitaba un lugar privado donde administrar todo. Camine hasta el coche de Jackson, desde que murió lo eh ocupado ya que no tengo uno, me subí a este y comencé a conducir a gran velocidad hacia la casa de Perla

–¿Para que me llamó si tiene un coche afuera de su casa? – me quede por unos segundos afuera pero me aburrí de esperar asique me baje

Camine hasta la puerta de entrada y en cuanto toque esta un hombre la abrió. Es alto, ojos marrones, moreno de cabello y trigueño de piel, tiene barba, su mandíbula es algo cuadrada, sus cejas son algo gruesas

–¿Y tú eres? – me preguntó luego de unos segundos de estar mirándonos, de seguro él también me estaba analizando

–Chad – respondí sin mucho interés en él, mire detrás intentando ver a Perla pero no hay rastro – ¿y Perla?

–No está, vuelve... nunca, adiós – me iba a cerrar la puerta en la cara pero la mano femenina de Perla lo detuvo sujetando la puerta

–Largate de aquí, Agustín – lo empujó para ocupar su lugar recargada sobre la puerta, no le preste mayor atención y entre a la casa

–¿Ya estas lista? – pregunté viéndola, tiene una camisa de mangas largas blanca, un jeans y unas zapatillas negras

–Me falta el peinado, ¿me esperas?

–¿Tengo otra opción? – levante una ceja y ella sonrió negando con su cabeza – vale, te espero

Ella subió rápidamente a su habitación y pude ver que Agustín esta sentado en el otro sofá bebiendo, es algo temprano para beber

–¿Y tú por qué estas en la casa de Perla? –  le pregunté casi sin darme cuenta, no es que me interese mucho su respuesta pero si me aburro un poco, y no es bonito verme aburrido