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-¿Por qué tocas el piano?.- Era una pregunta tonta pero a la vez con significado. Estando ahí los dos sentados con el silencio entre lo dos, hacia el ambiente más melancólico y las preguntas que temía decir parecían fáciles de hacer junto a él. Él soltó una pequeña risa ante mi pregunta.
-Por qué me gusta..- respondió
-¿Y por qué te gusta?- pregunté de inmediato. El solo cerró la boca y se sorprendió al no encontrar respuesta alguna.
-Yo no se por que toco-. Dije interrumpiendo sus pensamientos. El me miró con curiosidad .- al principio era para llegar a ser como mi madre, pero ¿esa es la única razón por la que tengo dedicarle toda mi vida? Debe de haber algo más....-
-Pasión.- dijo más con un tono de pregunta que como una afirmación.- dedicas tu vida a lo que amas hacer, a lo que te hace feliz.
Era una buena respuesta, estaba consciente de que uno hace lo que ama y lo hace feliz. Amaba la música y el violín ha sido parte de mi vida, pero no era más que eso, solo una parte de lo que estaba acostumbrada hacer.
-Tengo miedo.- solté sin pensarlo.
-¿De qué? .- lo miré pero él tenía la vista en el cielo, verlo de perfil tan tranquilo, me hacía sentir que todo irá bien, que puedo ser yo misma, que no me juzgaba como los demás lo hacían solo por los padres que tenía.
-De odiar la música.-seguía sin apartar la vista de él. Me miró y nos quedamos unos segundos sin decir nada, perdidos mutuamente en nuestros ojos.
-Eso es imposible.- sus ojos cafés eran más cálidos de lo que uno pensaría detrás de esa actitud de desinterés hacia lo demás, detrás de esa máscara. Su forma de no querer estar involucrado con nadie, ni meterse en los problemas ajenos era solo una pantalla. Por qué a pesar de venir de dos mundos totalmente diferentes éramos iguales. Inseguridades, tristeza, decepción, es con lo que vivimos día a día.
-Me es posible cada día.- dije casi en un susurro. Lentamente sentí como él ponía su mano sobre la mía, y con una gran delicadeza entrelaza nuestro dedos.- Cada vez que escucho a mi madre hablar sobre los ensayos, sobre el concurso, sobre mi poca dedicación, me hace sentir que realmente no debería seguir haciéndolo. Nunca podré llegar a ser como ella. Tan lejos como ella.
Dio un pequeño apretón a mi mano.- No dejes que ella te quite lo que más amas hacer...No tienes que ser como ella, tu tienes tu propio talento. Ya eres alguien.
Quise creer en sus palabras, realmente quería que los comentarios y las expectativas de mi madre no me afectaran. Pero simplemente no podía. Por un momento me sentí inexplicablemente enojada, pero no con ella ni con él, sino conmigo. Decía que era fuerte. Que podía superar cualquier cosa. Que con la música de mi parte absolutamente todo era posible. Pero al parecer no era así. Estaba segura que lo decepcionará, por qué había caído en la cuenta que no era tan valiente como él creía.
-Tengo que volver antes de que se de cuenta que no estoy en la casa.- dije algo abrumada con todos los sentimientos que tenía en ese momento. Me levanté, pero el seguía en el césped sin soltar mi mano. Lo miré desde donde estaba parada, pero él tenía la cabeza baja, decidiendo si dejarme ir o retener me . Quería que me dejara ir, de lo contrario sería capaz de quedarme con él toda la noche hablando. Como si supiera mis intenciones soltó mi mano y sin mirarme a la cara me dio la buenas noches.
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⏰ Última actualización: Aug 14, 2018 ⏰

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