Capítulo 05

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Ethan frenó de golpe el auto, aturdido por la luz cegadora de aquel rayo que a pesar de que el cielo estaba despejado se hizo presente.

-¿Viste eso?—le preguntó sorprendido pero a la vez nervioso.

-Fue… fue un rayo.

-Sí, fue un rayo pero es increíble que un rayo haya caído cerca de aquí a pesar de que el cielo está normal. —frunció las cejas.

Katheryn se limitó a observar el cielo a través de las ventanas, todo estaba tranquilo. Pero Ethan apretó el volante con bastante fuerza haciendo que sus nudillos se pusieran blancos.

-¿Qué tienes?—le preguntó, asustada.

-Tenemos que salir de aquí, no es seguro. —apretó el acelerador y salieron disparados por las calles.

-¿A dónde piensas llevarme?

-Planeaba llevarte a tomar un café a una de esas cafeterías de moda, a un Starbucks pero he cambiado de idea. —hizo una pausa para respirar hondo.

-¿Y ahora a dónde iremos?

Ethan no respondió.

Al cabo de veinte minutos de vagar por la ciudad, Katheryn no esperó más y estalló de rabia.

-¡A dónde vamos!—gritó enfadada. — ¡Llevamos bastante tiempo dando vueltas Ethan! Para el auto, regresaré a casa.

-Nos venía siguiendo alguien, tranquilízate. —observó el espejo retrovisor. —pero creo que se ha ido.

-¿Cómo sabes que nos seguían?

-Solo lo sé. —aparcó en una acera junto a un Starbucks lleno de personas, Katheryn ni si quiera se había dado cuenta que estaban casi a las salidas de la ciudad. — ¿Aún quieres estar un rato conmigo tomando café?—le sonrió algo distante mirando a todos lados.

-Ya que estamos aquí…

-¡Perfecto!—se desabrochó el cinturón y bajó con rapidez para ayudarla a bajar.

-¿Por qué eres tan extraño, y muy similar a mí?—Katheryn dejó salir la pregunta de sus labios sin querer.

-No tengo idea pero es interesante. —enarcó una de sus cejas sonriendo. —andando.

Y sí que era interesante. Ya que ninguno de los dos sabía que decir mientras bebían de su café. En momentáneas ocasiones Katheryn intentó entablar una conversación distinta, quería saber más de él pero solamente logró como respuesta una simple sonrisa de parte de Ethan.

-¿Quiénes no seguían entonces?—inquirió aburrida.

-Tal vez ladrones, no lo sé. —bebió un sorbo y se llevó una rosquilla a la boca.

-¿Sabes Ethan? Esto es aburrido. —resopló, recargó su cabeza sobre su mano izquierda limitándose a observar la calle a través de los cristales de la cafetería. Las personas que estaban a su alrededor reían y charlaban alegres y ellos eran los únicos en silencio.

-Tal vez debimos traer a Clara, ¿no crees?—los ojos de Ethan mostraban diversión, quería molestarla y sí que lo había conseguido.

-¿Por qué no la invitaste? Justo ahora yo estuviera viendo la tv y comiendo helado, y no aquí aburriéndome contigo que solo evades las preguntas que te hago y que deseas tener aquí a mi amiga. —Rodó los ojos. —Si quieres vamos por ella, déjame en casa y regresan los dos aquí. —le sonrió con sarcasmo.

-Es una buena idea, muy buena de hecho. —hizo una mueca al tragar un trozo de rosquilla. —pero no, Clara no es mi tipo.

-¿Y entonces quién si es tu tipo?—le preguntó algo perpleja pero no levantó la mirada, siguió observando las calles.

La ElegidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora