"Viejo de mierda" •Robert Downey Jr.•

Capítulo 1

Anna metió los pinceles, los óleos y el aceite de linaza en su mochila, bajó las escaleras y fue directa al frigorífico. Cogió un zumo de piña, ya que el refrigerador no ofrecía muchas opciones en ese momento. Más tarde haría la compra. Se despidió de su madre dándole un beso en la mejilla y salió de su casa.

Anna iba a tomar clases de pintura antes de empezar la carrera universitaria, para ir sobre seguro. Nunca había pintando, ni con óleo, ni con acrílico, ya que ella siempre había dibujado con tinta o lápices, como mucho con acuarela.

Iba mirando el móvil, cosa que no debería hacer, mientras caminaba hacia su moto, aparcada enfrente de su casa. Notó como se chocó contra alguien, provocando que se le cayera el móvil. Se agachó para agarrarlo y vio que también había unas bolsas de la compra esparcidas por el suelo.

"Niña, pero ¿tú eres estúpida? ¡No puedes ir por la calle mirando el móvil!"

Al escuchar eso, levantó la cabeza, y vio a un hombre de unos 40 años, con gafas y el pelo castaño, con algunas canas, peinado con ligeras ondas. Pensó que era el hombre más guapo que jamás había visto.

Sin contestarle, tal vez por vergüenza, recogió su móvil y las dos bolsas, entregándoselas sin mirarle, mientras se disculpaba. El hombre cogió las bolsas bruscamente.

"¿No sabes mirar a los ojos cuando se  te habla, niña? La próxima vez mira por dónde vas" Resopló mientras la miraba con desdén.

Ella simplemente se apartó, sin mirarle, mientras murmuró entre dientes: "viejo de mierda". Esto pareció escucharlo el hombre, ya que se giró indignado, pero decidió no decir nada. Simplemente se fue, negando con la cabeza.

En verdad a Anna no le molestaban los "viejos". Sólo los viejos de mierda con mal humor, como él. Siempre había tenido preferencia por los hombres mayores, pero amables. 'Lástima que este sea un idiota' pensó.

...

Llegó a la clase. Era un estudio pequeño, había 6 personas, 7 con ella. Ella era la más joven, con 18 años. Los demás tendrían entre 30 y 60. Todos estaban pintando cuadros grandes, y luego estaba ella, que acaba de llegar, y no sabía que hacer. Miró alrededor buscando al profesor o profesora, pero nadie pareció notar su presencia. De repente, una señora mayor la vio y la invitó a sentarse, avisándole de que el profesor llegaría tarde.

Al cabo de 10 minutos se escuchó una puerta y una voz conocida que exclamaba:

"¡Siento el retraso! Mucho tráfico. Además, iba caminando hacia casa y me choqué con una estúpida ni-"

Al girar la esquina, voy a la estúpida niña, sentada en una silla, mirándole con una mueca seria. Él se calló y la miró serio. Saludó a los otros alumnos y depués se dirigió a ella.