La tarde

2 1 0
                                    

Esta tarde caída, ya no tiene sol.

Con mucha monotonía,

se despide, y abraza a la noche,

dandole la bienvenida.

Toda esta tarde he sido prisionera del pensamiento oculto,

y en cada rincón guardo cuidadosamente

ese querer, que no es mío,

que no me pertenece.

Sale cual volcán en erupción,

y yo con sutileza, lo tomo

y lo guardo en lo último de mi corazón;

allí se duerme con un sueño intranquilo

queriendose revelar de tanto silencio.

Poemas del corazón, volumen 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora