no more perfume on you ; jihan/shujeong.

Única parte.

🍓ACLARACIÓN: En este one shot se trata (por encima) el tema de la religión. Aclaro que no busco ofender a nadie, es sólo una obra donde plasmo un poco mi pensamiento sobre la religión. Los comentarios buscando generar conflictos serán eliminados. Si sigues leyendo es bajo tu responsabilidad.

Los tacones golpeaban a cada paso que ella daba tomando cosas de aquí para allá, deteniéndose frente al espejo de la habitación para luego volver y verse en el espejo del baño porque tenía una mejor iluminación, los obres cafés la seguían a cada paso que daba y se perdían en la manera en que su vestido color salmón se movía en el aire. Su cabello estaba perfectamente peinado en un recogido "casual", su maquillaje era justo como ese día de otoño, ella lucía perfecta con ese collar de perlas en su blanco y largo cuello, los aretes dando el toque final.

ㅡ¿Cómo me veo?ㅡle preguntó, parándose frente a él con las manos en su cintura. Joshua la miró de arriba a abajo y viceversa, él ya tenía la respuesta desde que ella comenzó con todo ese cambio unas horas atrás.

ㅡHermosaㅡcontestó, ella soltó un "aww" y besó su mejilla, dejando un poco de su labial allí.

ㅡGracias, cieloㅡle sonrióㅡ. Volveré para la cena, ten un buen díaㅡdespués de eso, ella abandonó el departamento de Joshua.

Escuchó el sonido del ascensor cuando cerró sus puertas y suspiró, con el perfume floral de su novia aún dando vueltas en el departamento. Ellos no vivían juntos pero ella se tomaba sus días para ir y cocinar para ambos, jugar algún juego de mesa y luego aprovechar para quedarse a dormir, aún no estaban casados pero debían acostumbrarse a la idea de pasar más tiempo juntos porque muy pronto lo estarían. No le molesta su presencia, ella es una agradable compañía pero Joshua no se siente cómodo con el perfume de ella cuando se acuestan a dormir, no le gusta sentirlo cuando ella se acurruca contra él y su cabello cosquillea en su nariz. Tiende a lavar las sábanas cuando ella se va, como ahora, y abre las ventanas.

No la ama, está seguro de eso, pero ha sido su compañera hace tanto tiempo, una gran amiga sobre todas las cosas, que le cuesta tener que sacarla de su vida y las líneas de la Biblia no le dan una respuesta, o si, pero está cegado por el miedo de lastimarla que prefiere fingir que no entiende.

Se escucha el ruido de un juego de llaves, entonces la puerta de su departamento es abierta y no necesita voltear para saber quién es, el olor a fresas que tiene llega perfectamente a su nariz en cuanto atraviesa la puerta y se instala en la estancia. La suela de sus zapatillas se arrastran contra el piso de madera, un sonido mucho más relajante que el golpeteo de los tacones de su novia. Su cintura es envuelta por unos brazos largos, su espalda recibe lo cálido de un pecho y una barbilla apoyada en su hombro, con sus labios casi acariciando la oreja de Joshua.

Fresas.

ㅡBuenos días, Shuaㅡsusurra, sus labios acariciando la parte trasera de la oreja de Joshua en cada palabra.

ㅡStrawberry...ㅡsusurra, cerrando los ojos y perdiéndose en el perfume de su chico.

ㅡEs JeongHan, ¿qué estás diciendo?ㅡbromea, con su voz infantil. Joshua sonríe y voltea, quedando con el rostro cerca del chico con cabello color caramelo.

JeongHan es la definición de un ángel, cielos si Joshua no lo supo apenas sus ojos se posaron en él. Una figura alta y delgada rozando la elegancia, piel tersa y blanca como la seda, brillantes obres claros, una pequeña y perfecta nariz terminando en unos finos y seductores labios de color carmesí. Hermoso y perfecto en demasía, obligando a Joshua a mantener su mirada en él pero verlo sonreír fue el colapso de todo, el sonido de su risa dio el toque final para que Joshua creyera en los ángeles.