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Los ojos de JiHoon se abrieron lentamente al sentir la alarma sonar con desespero, su instinto le susurró "tirala y sigue dormido" , pero la razón insistió en que debía irse ántes de perder tren de la estación, o no tendría tiempo para caminar y mirar las tiendas por la calle principal, esa que llevaba a su instituto.

Con el sueño adornando su palído rostro, se levantó en silencio mientras pasaba una de sus manos suavemente por sus cabellos intentando mantenerse despierto, su corazón bombeaba con tanta fuerza, no entendía por qué, si era un Lunes como cualquier otro, le tocaban matemáticas las primeras dos horas y gimnasía luego, quizás quimíca. Luego de estar un buen rato pensando cuales eran aquellos libros que debía llevar hoy, recordó que la semana pasada había dejado todos en su casillero, por lo cual solo se dispuso a tomar una ducha larga y tratar de despertar.

Cuando la alarma nuevamente sonó en su habitación, abrió sus ojos con sorpresa mientras apagaba el agua y tomaba una toalla, la puso sobre su cuerpo y un quejido bajo salió de sus labios cuando notó que había perdido el primer tren, estaba perdido, no podría mirar las tiendas, mucho menos caminar a pasos lentos por aquella calle principal, estaba muerto, llegaría uno o dos minutos ántes de que cerrarán las puertas.

Un largo suspiró escapó de sus labios mientras intentaba mantenerse en calma, tomó su uniforme y comenzó a arreglarse, se vistió en silencio mientras miraba de vez en cuando la hora en su reloj, estaba algo molesto por no poder tomar el tren directo, ahora tendría que tomar aquel otro tren, el que hacía paradas en distintas estaciones, ya no llegaría media hora ántes y llegaría dos o tres minutos ántes, no podría disfrutar del olor a flores de aquella hermosa florería junto a la estación.

Sin siquiera dudarlo, JiHoon bajó las escaleras para tomar el bolso que el día Viernes había dejado en el armario junto a la puerta de salida, pudo escuchar a su madre decirle si deseaba comer ántes de salir, pero este solo negó, agradeciendo y deseandole un hermoso día a su madre, esta lo observó con preocupación, pero sabía que su hijo iba algo molesto, pues había escuchado la alarma sonar igualmente.

JiHoon caminaba por las calles llenas de estudiantes y personas que iban a sus trabajos, podía escuchar murmullos de grupillos que se juntaban ántes de las clases para ponerse al día y hablar sobre sus días libres, mientras que él solo se dedicaba a caminar con rapidez, llegar y tomar el tren era muy importante para llegar temprano al establecimiento. Cuando sus pies tocarón aquella estación, pudo sentir su estómago revolverse, se sentía extraño por algún motivo, pero realmente no pensó en otra cosa que no fuera el haber rechazado aquel desayuno que su madre ofrecía, restandole importancia, caminó hasta comprar el boleto de tren que necesitaba, caminó por la estación con tranquilidad observando el lugar, no había mucha gente la verdad y eso le sorprendió un poco, últimamente mucha gente tenía miedo de salír, por algunas noticias, o más bien sospechas de ataques a lugares en Corea, no sabía si era verdad, esperaba que no fuera así, pero igualmente no podía dejar de ir a estudiar, tanto porque su madre lo pedía, como porque quería hacerlo, JiHoon estaba bien con estudiar, los pensamientos de JiHoon se vieron interrumpidos debido a un chico, un chico alto pasando junto a él para subir al tren que hace un momento había llegado y abierto sus puertas permitiendo el ingreso.

JiHoon pudo ver la espalda de aquél, más no su rostro, así que solo subió al transporte sentandose en uno de los asientos que permitía el asceso a una ventana, cuando este partió pudo sentir a alguién sentandose frente a su asiento, habían pocas personas en la vagoneta, no había duda de que era aquél chico, lo supo porque miró un poco, solo un poco, pudo ver el uniforme de una escuela secundaria que quedaba cuatro estaciones, una ántes que la propía, algo llamó la atención de JiHoon, aquel lindo llavero de una de sus bandas favoritas, este llavero reposaba comodamente en el bolso que el chico traía, sin evitarlo, una pequeña sonrisa escapó de los labios de JiHoon, no había visto jamás a alguién que le gustará aquella banda.

Sus ojos se cerrarón con suavidad al sentir como el tren se detenía en la primera estación, estaba curioso, estaba ansioso, y la paz en su corazón era anormal, iba tarde, pero sentía que aquel chico tenía algo especial, algo que le gustaba, sus ojos nuevamente se abrierón, miró al chico que sostenía su celular y al parecer texteaba, quizás con sus amigos, quizás con una novia, JiHoon no lo sabía, pero sentía que aquél chico de ojos negros y sonrisa brillante se haría especial de algúna forma.

Cuando la segunda estación se hizo presente, JiHoon pensó en hablarle al chico, quería hacerlo, pero algo se lo impedía, no quería verse como un completo psicópata, pero le gustaría entablar una amistad con esa persona, ya tenían una cosa en común, ambos gustaban de aquella banda, seguramente podrían hablar de la banda mientras escuchaban su música, tal vez podrían encontrar otra cosa que JiHoon y él compartieran, la tercera estación llegó demasiado rápido para JiHoon, debía hablarle, pero sentía miedo, no era bueno hablando con personas en su escuela, mucho menos lo sería hablando con aquel chico que se levantaba, tomaba su bolso y le daba una mirada, pudo ver su entrecejo fruncido, ¿estaba disgustado?, ¿había cometido un error?, ¿era curiosidad?, no lo sabía y tampoco quería averiguarlo, por lo cual solo miró su bolso que descansaba en sus piernas, la cuarta estación se hizo presente y el chico de ojos ferozes bajó.

El suspiro de JiHoon hizo que más de uno volteará a verlo con curiosidad.

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