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Una lluviosa tarde en la ciudad de París, un esqueleto de obres multiforma caminaba un poco triste en una calle vacía.

Su nombre? Ink

Estaba perdido en sus pensamientos que no se percató de que alguien corría y accidentalmente chocó con el.

El otro chico se miraba triste y sus cuencas estaban llenas de lágrimas.

-Oye...estas bien?...

El otro no respondió y corrió lejos de ahí....

Días después. . .

Era una mañana tranquila como cualquier otra.

Acababa de llover, el ambiente era tranquilo y un poco frio.

Perfecto para tomarse un café o un capuchino.

Por desgracia, para Ink no era tan tranquilo, ya que Reaper lo estaba molestando....otra vez....

Todos los días era lo mismo....

No existiría día alguno en que la muerte lo dejara en paz.

Gracias a la lluvia Reaper se resbalo y perdió de vista a Ink.

El último mencionado corrió lejos de Reaper y después de unas cuadras se encontró con una cafetería.

Decidió entrar ahí para descansar un rato.

Al entrar ahí se percató de que el lugar era gigante, música relajante llenaba el lugar, bastante agradable pero un poco empalagoso.

Decidió salir pero al abrir la puerta se podía apreciar que Reaper estaba en la esquina del local, y volvió a entrar.

Al sentarse se cubrió el rostro con sus manos pensando en que hacer para que su acosador lo dejara tranquilo.

Tan metido en su mente andaba que no escucho que alguien le hablaba.

—D-disculpe señor...

—...

—Señor....

—....

—SEÑOR!

—HA! Q-que pasa?

—Esque no respondía...

—Lo siento, que sucede?

—Alguien ya tomo su orden o espera a alguien?

—Ho! No no no, yo solo estaba esperando a que....

—Le traigo el menú?

—He...Si porfavor.

El chico fue el menú mientras que Ink por alguna extraña razón se le hacía muy conocido ese mesero.

—Juro que lo mire en otro lugar...

Historia Vieja Capuchino y galletas °•Drink•° Where stories live. Discover now