-Yo iba más a menudo para que mi abuela (lo hacía tan frecuentemente solo por ella), casi todos los fines de semana nos veíamos. Yo iba para su casa y hablábamos, comíamos, salíamos, y todo ya lo estaba tomando como una costumbre, oh si, y juro que esa costumbre me estaba empezando a gustar más de lo debido.