Only fools rush in

Jihoon se niega a juguetear con sus gemelos a pesar de que siente la innegable necesidad de hacerlo.

También se rehúsa a dejar sus ojos vagar de donde está mirando al hombro de Jeonghan. Solo porque puede sentir la mirada firme de un guapísimo hombre viéndolo desde los bancos de la iglesia no significa que Jihoon vaya a apartar la mirada de su mejor amigo casándose para echar un vistazo.

Al menos, no un segundo vistazo.

Quizás Jihoon ya miró una vez, por accidente. Luego otra vez, solo para asegurarse de que el chico era tan caliente como sus ojos lo hicieron creer. Luego tal vez echó una mirada una tercera vez, solo para confirmar que estaba viendo a Jihoon y no a alguien más.

Pero es todo. Solo tres vistazos.

El hombre era muy guapo después de todo, y él ameritaba una triple toma.

Después de entregar los anillos y regresar a su lugar al lado de Jeonghan como su padrino, Jihoon da una mirada a través de la multitud llenando la sala de ceremonia. Muchas personas tienen los ojos llorosos, todos conscientes como Jihoon del hecho de que Jeonghan y Jisoo están hechos el uno para el otro y que ésta es una unión perfecta de presenciar. Amor verdadero, bla, bla, bla.

Está por darse la vuelta y observar a los novios cuando sus ojos atrapan la mirada del guapo extraño aún viéndolo fijamente. Sin querer, Jihoon siente una pequeña sacudida que hace que su corazón comience a latir un poco más rápido. El hombre está sentado en el lado del cuarto de Jeonghan, en la segunda banca justo detrás de su familia inmediata, lo que significa que debe ser alguien importante.

Aun así, está mirando a Jihoon a través de la habitación en lugar de mirar a los novios y Jihoon se siente repentinamente nervioso. Pone su atención en Jeonghan y Jisoo mientras intercambian votos y anillos, y se niega a ceder ante su incipiente curiosidad.

—Ahora pueden besarse, —dice el oficiante del matrimonio con una sonrisa y retrocede.

Jihoon no se molesta en ocultar su mueca cuando ve a Jeonghan sonreír estúpidamente justo antes de inclinarse y besar a Jisoo muuuuuuy profundamente en una sala llena de sus amigos y familiares.

—Guarda algo para la noche de bodas, ¿sí? —susurra Jihoon por la comisura de su boca.

Hay aplausos y vitoreos y luego risa cuando Jeonghan inclina a Jihoon por un momento antes de separarse, sus rostros plasmados con sonrisas.

Se quedan allí unos momentos, los flashes de la cámara casi ciegan a todo el cortejo nupcial, y luego los novios comienzan a caminar por el pasillo hacia la salida.

Jihoon y Seungkwan, el padrino elegido por Jisoo, los siguen de cerca diligentemente, guiando a la fiesta fuera de la iglesia detrás de los novios. En el camino por el pasillo los ojos de Jihoon vagan de nuevo una ¿tercera?, ¿cuarta?, vez, esos brillantes ojos de ciervo atrapan su mirada, manteniéndolo cautivo hasta que Jihoon desvía su atención.