Al Caer la Noche

Tanto tiempo

- ¿Pauline?..... ¿Eres tu?

- Hey Óscar hola ¿como estas?

- Pues bien haciendo labores de la casa

- Claro y dime a que te estas dedicando ahorita

- Pues... Estoy trabajando en la Central de Policía de los Ángeles

- Pauline ríe - guao hicisteis tu sueño que querías, seguir los pasos de tu padre

- Pues sí - dice Óscar muy secamente, ¿ y sigues siendo abogada?

- si en realidad si. Eh por dios no esperaba verte aquí..... ¿ después de .... Pues todo?

- Si... Y, ¿ cómo está todo? ¿Aún sigues con Richard?

- ese bastardo no me hables de el, se que fue tu mejor amigo, pero es un bastardo

- y me lo dices a mi, ¿Pero que pasó?, ósea se que me aleje de ti y de Richard cuando nació tu hijo, ósea que podrías esperar después de que me engañasteis por el

- Óscar sé que es algo incómodo para ti después de todo lo que pasó, y lo lamento en verdad, es irónico, pero sí pudiera devolverme en el tiempo, haría las cosas bien. De lo único bueno que salió de Richard fue pues mi hermoso hijo, deberías de conocerlo alguna vez, tiene ya 6 años su nombre es Cristian

- Quizás - Óscar responde seco - ¿y qué pasó con Richard?

- Pues... Cuando Cristian nació, o más bien cuando tenía un año de edad, estábamos en una situación económica bastante fuerte, y se volvió incontrolable, llegaba a la madrugada borracho o drogado, pues y en algún momento que sentó cabeza, pero desperté y había una nota en la mesa de su escritorio con 124 dólares

- ¿ de veras? No es normal de el hacer eso, y que decía la carta

- Algo como, Pauline no puedo mantener más está vida, di todo lo que pude, se que me equivoque y lo lamento, espero algún día volver y hacer más por Cristian. Lo lamento

- Que mal

- Eso ya no importa, tuve un golpe de suerte luego de eso, encontré trabajo aquí en los Angeles en una buena agencia de abogados y pues pude recuperarnos de todo y seguir adelante

- pues que bien por ti

- ¿Aún me odias verdad Óscar?

- pues no esperarás que te ame¿ o sí?

- pues no, pero ya pasado tanto, aún te cuesta sanar heridas verdad

- pues por supuesto que sí, ¿ aunque sea sabes la ilusión que pusistes en mi y la depresión que me causasteis?, por ti es que mi madre murió, esperaba que te recibiera feliz y contento y con los brazos abiertos, créeme si es una sorpresa verte aquí, ya después de todo me había olvidado de ti, pero espero no tener que verte más nunca Pauline.

- ¿ de qué me estas hablando?, ¿ tu madre falleció?, ¿ pero cómo?

- Sabes que eso no es problema tuyo, me voy de aquí

- Lo lamento Óscar, adiós

Óscar se fue al instante de ahí molesto, fue a pagar y se metió en el carro, al momento de estar en asiento del conductor, gritaba y le pegaba al volante desesperado y molesto gritando "¿¡porqué!?", después de un rato se calmó, respiro hondo y arranco devuelta a casa. Al llegar comió, y luego se echo al sofá y se quedo mirando al techo, y llegó Vanessa

- Hola Óscar,¿pudistes hacer el mercado?

- Si amor, lo hice descuida

- Ah de verdad muchísimas gracias, y disculpa la molestia

- Óscar ríe - descuida no pasa nada

- y que cuentas ¿algo interesante?

- mmmmm nop

- ah está bien

Pasó todo el día Óscar y Vanessa pasaron lo que sería su primera tarde juntos, destaparon una botella de champán y disfrutaron de lo que quedo del día, pero Óscar pensaba una y otra vez en Pauline y su molestia en el mercado no lo podía evitar estaba demasiado molesto, su mente era un campo de batalla, y se sintió agotado que decidió dormir cuando apenas la noche cayo, quedando en un sumergido sueño