Queca era una madre soltera que había perdido a su única hija en un accidente, ella no se resignaba el haberlo perdido, lloraba día y noche sin cesar encerrada en su casa, no habría la puerta a nadie, porque no quería ser consolada. Todas las noches en su oración imploraba a Dios que lo recogiera para estar junto a su hija, se llevó un mes en este plan y como no conseguía respuesta, un viernes a media noche se vistió con la ropa más buena que ella tenía para salir a reencontrarse con su hija.
Con linterna a mano salió sigilosamente sin ser vista por nadie, que incluso ni los perros del pueblo lo sintieron. Iba alejándose cada vez más del poblado para internarse por un camino completamente silencioso.
Era tan decidida que no tenía miedo a nada ni a nadie, por más ruidos que se le cruzaban por los oídos no le hizo retroceder, por lo contrario eso le animaban a seguir su camino, cuando de pronto su corazón se alegró cuando pudo divisar el cementerio "Corazón de María", en el cual estaba enterrada su hija.
Ese cementerio campestre era circulado con simples alambres, por lo que ella pudo ingresar con facilidad dentro de él. Buscó de inmediato la bóveda de su hija, se arrodilló frente a ella y se puso a llorar, en medio de su llanto realizaba plegarias al Señor que se compadezca de ella y lo lleve junta a Maite, su adorada hija.
En eso sintió que alguien le tocó por la espalda, voltea lentamente para asegurarse de quien era, y vio que un ángel se sostenía en el aire rodeado con luces resplandeciente, se puso de pie para mirar con más atención la escena y con gran alegría pudo observar que este ángel estaba acompañado de su hija, ellas quisieron abrazarse, pero no lo conseguían porque ya no pertenecían al mismo mundo, entonces ambas se pusieron a llorar muy apenadas.
El ángel les dijo que tienen que ser fuertes que algún día volverán a encontrarse en el más allá, la mujer presintiendo que esto era un despido, desesperada le suplica al ángel que le lleve junto a su hija, que ella haría todo lo que le pidiera que por favor se compadezca de una madre desdichada.
El ángel le dice, mujer ya me compadecí de ti por eso es que he traído a tu hija para que lo veas por última vez y diciendo eso coge de la mano a Maite y comienzan a elevarse lentamente por las nubes. La angustiada madre al ver que lo perdía nuevamente a su hija, sintió un dolor tan grande en el corazón como si le clavaran un puñal en el pecho, comenzó a agitarse, sintió que le faltaba la respiración, quería pedir auxilio pero no podía gritar, minutos después cayó al piso y dando tres estirones murió.
En ese instante el alma salió del cuerpo y comenzó a elevarse en dirección a su hija y el ángel. Que alegría experimentó la mujer al ver cómo podía seguir a su hija y a viva voz que le caracteriza a seres del otro mundo empezó a llamar ¡Maiteeeee!, ¡hija, espera! Ambos seres nobles (ángel y Maite) se volvieron hacia atrás y observaron que Queca se dirigía hacia ellos, comprendieron entonces que había fallecido.
Maite con lágrimas en los ojos corrió hacia su madre y ambas se abrazaron fuertemente. El ángel con una sonrisa en los labios al ver la felicidad de dos seres queridos, se acercó y los bendijo diciéndoles que nunca más se volverán a separar. El ángel condujo a madre e hija al lugar eterno, que se encuentra ubicado en el cielo a la mano derecha de Dios y que solo tienen acceso a ese lugar las personas que han hecho en vida las buenas acciones con su prójimo.
Al día siguiente por la mañana una vecina de Queca se asombró al ver la puerta abierta de la casa de la infortunada mujer y se dijo desde que murió su hija nunca ha tenido la puerta así, atemorizada ingresa en la casa, pero todo era en silencio, buscó en la cocina, en el dormitorio, pero no lo halló a Queca, va corriendo y da aviso a sus familiares de esta. Quienes lo buscaron precipitadamente durante todo el día y al atardecer lo encontraron muerta en el cementerio, al lado de la bóveda de su hija.
Llevaron el cuerpo de la mujer a su casa, lo velaron y finalmente mandaron hacer una bóveda grande, sacaron el cuerpo de su hija de donde estaba enterrada y a ambas lo enterraron juntas, en el mismo sepulcro.
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Cuentos Amazónicos
FantasyCreación de cuentos ambientados en el ámbito rural de la región Amazonas inspirados en la fantasía y parte de la realidad cotidiana.