Apariencias

Niño ingenuo

Indago en mis improntas ya que el pasado puede explicar una parte de tu forma de ser en tu presente. Desde muy niño quería tener hermanos, pero mis padres pasaban por el proceso de  divorcio por lo cual era imposible. Mi padre se burló de mi y de mi madre, no lo sabía hasta observar a mi madre llorar mientras sostenía un teléfono. Mi padre tenía otra pareja. El era alcohólico y se vio tentado al mayor "pecado" de los hombres. Se distanció tanto de mi, humilló a mi madre, entonces le tuve rencor desde muy niño. 

Recuerdo claramente que con 11 años le grité: "Espero nunca ser como tu, nunca engañaría a quien digo querer, jamás seré un alcohólico irresponsable. Aunque seas mi padre, espero nunca ser como tu". Ahora me arrepiento de estas palabras, apesar de que desde allí mi padre tomó consciencia y empezó a cambiar. Y en ese momento procuré no dejarme influenciar por nadie, no engañar a las personas que tenga a mi lado. 

Todo ocurre cuando tenía 12 años, etapa de colegio, allí nació el sentimiento de culpa aquella que fue la apariencia que viví hasta los 18 años.

Un niño de 12 años que, como todos los chicos y chicas de su edad sentía curiosidad y emoción al entrar al colegio, estar en un ambiente más exigente que la escuela. 

Recuerdo el primer día de colegio, junto a mis padres todo el día, la emoción de estar en ese ambiente. Mi primera atracción, las niñas guapas del instituto. Por primera vez sentí que para llamar la atención de las chicas tenía que ser todo un caballero, un niño ejemplar, educado y de calificaciones altas, como fui en la escuela y como mis padres me educaron. Creía que al ser así, me iría bien en el colegio.

Los días pasaron, hice muchos amigos, compartí momentos y conocí a personas que serían grandes amistades hasta antes de culminar el colegio. Me sentía satisfecho al tener un pequeño circulo social, como cualquier niño. Cariño a los juegos, como a las escondidas, policía y ladrón.

Todo era tan simple, tan caluroso. Calificaciones buenas y recreos de juego entre compañeros, no podía quejarme. Empezaba a querer al colegio, a su gente y a la Contabilidad como tal. 

Pero, ahora encajan muchas cosas. Siempre tenía que hacer algo para que mis amistades accedieran a jugar conmigo, apesar de que ya eramos amigos.

Buscaba ser parte de un circulo social, buscaba jugar con más niños a mi juego favorito. Quería sentir que les caía bien a los demás. No quería ser alguien del montón, quería hacerme notar entre cientos de estudiantes.

Ahora que lo pienso, quería atención. Quería llamar la atención y llenar el vació de los hermanos que nunca tuve, pero deseaba tener.

Había algo que no cuadraba, algo que no entendía de esa etapa. Niño ingenuo, las cosas que viste y sentiste, no eran como creías, existía algo más que no sabías.