¿Una enfermera o heroina profesional?

Prólogo

"Lo siento, es mejor que te rindas, nunca tendrás una singularidad, pequeña"

"Ríndete Deku, nunca serás una heroína como yo"

"Ahí está otra vez, la rara de Midoriya pensando que llegara a ser una héroe sin una singularidad"

Estas palabras retumbaban en la cabeza de aquella pequeña peliverde mientras caminaba por el parque llorando tontamente, ¿Por qué? ¿Por qué a sus 8 años no tenía ninguna singularidad como otros? Jamás sería una heroína como aquel gran héroe del que era fanática, All Might, se sentía frustrada, sin esperanza, tanto como aquel doctor, sus compañeros y su "amigo" Kacchan trataban de terminar con su sueño, aun se negaba a rendirse, y ciertamente acertaba, la esperanza es lo último que se pierde.

-¡Waaaaa!

Ese lamento lo hizo despertar de sus pensamientos, vio a un niño de 5 años en el suelo con sus rodillas y brazos raspados, no lo pensó 2 veces, limpiando sus lágrimas se acercó.

-Déjame ayudarte pequeño- El niño dejo de llorar de tan solo ver a Izuku ofreciéndole su mano, el cual acepto y se sentó para que ambos pudieran ver las heridas.

-Tienes que tener más cuidado- Decía mientras acercaba una de sus manos a las rodillas del niño- Sera mejor que traiga agua para lavar...Eh...- la herida rápidamente se borró, lo cual sorprendió tanto al niño como a ella- ¡¿EH?! ¿Puede ser que...?- Sin pensarlo, volvió a hacer lo mismo en la otra rodilla, y efectivamente, las heridas se habían borrado por completo, miraba sus manos bastante sorprendida- Tengo...una singularidad...- A pesar de su emoción, termino de curar al niño, el cual le regalo una sonrisa y le agradeció por curarlo.

- ¡Gracias señorita!

Corrió sin detenerse hasta el departamento donde vivía con su madre, casi tropezando en las escaleras y eso no lo detuvo, toco el timbre hasta no poder más, su madre abrió la puerta, viéndola llorar, lo cual hizo que la señora Inko se preocupara.

-¡Izuku, querida! ¡¿Qué pasa?!

-¡Tengo una singularidad mamá!